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Huellas de esperanza con medio siglo de bolero

Después de 57 años resulta complicado recordar cada calzado que ha sido tocado y transformado por sus manos. Son millones de pasadas de franela en 5 décadas.

29 junio, 2017
Huellas de esperanza con medio siglo de bolero
Huellas de esperanza con medio siglo de bolero

Una vida dedicada a lustrar zapatos, ofrendando el brillo que la realidad le niega a sus propios pies.

Probablemente has escuchado sobre los famosos boleros de Catedral pero, ¿te has preguntado cuál es la historia detrás de estos personajes?. Frotando los zapatos “Güilo el bolero” se resiste a caminar sin pies.

Dejando su silla de ruedas a un costado, montado sobre un banco de madera el Güilo, como le dicen, muestra disposición para desgranar su historia.

Un rincón escondido e inigualable en la sierra de Badiraguato, vio nacer a una persona que no conoce lo que es rendirse.

Joel Humberto Peraza Lozoya mejor conocido como “Güilo el Bolero”, le ha tocado vivir los cambios que ha tenido uno de los puntos más emblemáticos en Culiacán: la Catedral.

Su historia comenzó mucho antes de ser bolero pues, a sus 11 meses de nacido presentó una irregularidad en sus piernas que impidió su movimiento propio.

güilo el bolero

A sus tres años de edad mamá murió, ese "hasta pronto" le sirvió para aprender que mediante el esfuerzo y trabajo se podría salir adelante.

A pesar de la pérdida, Joel Humberto nunca se sintió desprotegido pues contaba con el apoyo de su bisabuela, quien lo llenó de amor y lo ayudó durante su crecimiento.

Sin embargo él no podía saber que la vida lo sorprendería con un golpe más, con la partida de su padre a sus 10 años y después, de la persona que a la fecha sigue marcando su vida; su bisabuela.

Se podría pensar que sus ganas de salir adelante y disfrutar de la vida habían quedado allí pero, su abuela y su tío se encargaron de levantarlo cuando más lo necesitaba.

Y con un regalo inesperado su vida cambiaría por completo, al recibir por parte de su tío; lo que sería su juguete para acercarse a las personas y salir adelante en la vida. Una silla para bolear.

Después de 57 años resulta complicado recordar cada calzado que ha sido tocado y transformado por sus manos. Son millones de pasadas de franela en 5 décadas.

Así como las experiencias vividas por cada persona a través del tiempo, pues don Güilo el Bolero menciona que la Catedral ha tenido la oportunidad de presenciar todos los cambios vividos en medio siglo en Culiacán.

Recordaba que hace tiempo los edificios veían desfilar la majestuosidad de los caballos transportando a las personas mediante las "arañas", las carretas de aquel Culiacán tranquilo.

güilo el boleroEl Güilo no tiene la posibilidad de recorrer esas calles por su propio mérito, pues tiene un daño en sus piernas que lo mantiene ligado a la movilidad en una silla de ruedas. Una mala circulación le mantiene inflamadas sus dos piernas.

Aunque se dedica a dar bola al calzado que mueve a sus clientes, tiene miedo a ser intervenido porque no desea perder sus piés. Una realidad de plazo corto.

Para solventar sus males recibe medicamentos del Seguro Social, tiene resistencia al diagnóstico: “me quieren trozar el pie, ¿ Y cómo cree? Después de güilo... mocho. ¡Pues está c*brón”, “me quiero morir entero”, jeje!.

¿Quién pensaría que mediante el cuidado de los zapatos, fuese posible sacar adelante a su familia?. En la forma como fuere don Güilo el Bolero lo logró.

Gracias a su perseverancia y por sus enormes esfuerzos por salir adelante y no rendirse jamás, pudo formar una familia y satisfacer sus necesidades.

Lleno de orgullo y con una sonrisa pintada en su rostro, presume que gracias a sus deseos de salir adelante, 3 de sus hijas son exitosas profesionistas.

Él supo aprovechar lo que su cuerpo podía hacer sin dejarse vencer por la falta de movilidad en sus piernas.

“Yo me hice la lucha de salir adelante, le pido a Dios con todo mi corazón salir adelante”, expresó, “nunca me rendí, y no me voy a rendir todavía”.

Güilo el Bolero

Siendo su principal motor el gran cariño que le tiene a su nietecita y las ganas que tiene de verla crecer y disfrutar de la vida.

Por esta razón Joel Humberto desea que su mensaje sea conocido en toda la ciudad diciendo:

"Que chambee la gente, que le ponga ganas, que no se metan al narcotráfico y que le pongan ganas al trabajo que ellos saben hacer".

Pues afirma que trabajando honradamente se puede lograr todo lo que una persona se proponga, aunque la vida te presente pruebas imposibles de superar. “Si te lo propones lograrás salir adelante”.

Una persona que ha confiado en las habilidades que tiene sin olvidar, estar agradecido con quienes le han echado la mano.

Medio siglo ha pasado boleando zapatos, muchas historias de dificultad le acompañan, mas conserva la esperanza que al final también le acompañen sus pies.


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