Un grupo de investigadores descubrió una proteína capaz de bloquear la acción del veneno de un gran número de especies de serpientes.
Por: Juan Méndez
Al año, 138 mil personas fallecen a causa de mordeduras de serpientes venenosas, siendo la mayoría de las víctimas niños y agricultores, especialmente en regiones rurales y tropicales, como lo son Asia, África y Sudamérica.
Cuando una serpiente venenosa muerde, un antídoto se convierte en la esperanza para contrarrestar sus efectos. No obstante, identificar la especie de serpiente responsable de la mordedura puede ser un desafío, y en muchas ocasiones, el antídoto adecuado puede no estar disponible.
Es por eso que durante décadas los investigadores han buscado una cura que sea útil contra todo tipo de serpientes, algo que parecía imposible hasta ahora. Sin embargo, parece que por fin se ha logrado un avance que podría darle fin a esta problemática.
Científicos logran avances en la creación de un antídoto universal:
Hasta ahora ha sido tan difícil encontrar una cura única para las mordeduras de serpiente porque su veneno, a nivel molecular, es muy escurridizo. Se comporta de una manera muy similar al virus de la inmunodeficiencia humana (VIH), mutando cada vez que infecta a un nuevo hospedador.
En el caso del veneno, las diferencias entre el de una serpiente a otra a nivel molecular son lo suficientemente grandes como para que los anticuerpos sean incapaces de responder a estas variaciones.
A pesar de ello, un equipo de científicos ha dado un paso adelante en la búsqueda de un "antídoto universal", ya que desarrollaron un anticuerpo de laboratorio capaz de neutralizar una neurotoxina presente en el veneno de muchas especies de serpientes en todo el mundo.
La toxina en cuestión se trata del 3FTx, también conocida como "toxina de tres dedos", que se encuentra en todas las elápidas.
“El anticuerpo que hemos diseñado actúa contra esta toxina”, explica el autor principal de la investigación, Joseph Jardine, inmunólogo y microbiólogo del Instituto de Investigación Scripps, en Estados Unidos, que insiste que se trata de un paso muy grande hacia “un antídoto universal”. Los resultados se han publicado en la revista Science Translational Medicine.
Con el objetivo de encontrar el anticuerpo concreto capaz de bloquear la acción de 3FTx, los investigadores crearon una plataforma innovadora que colocó los genes de 16 3FTx diferentes en células de mamíferos para, posteriormente, producir las toxinas en el laboratorio.
Tras esto, el equipo buscó, en una biblioteca de más de 50 mil millones de anticuerpos humanos diferentes, cuáles se unían a la proteína 3FTx.
Se tuvo que reducir la búsqueda varias veces, hasta que por fin encontraron un anticuerpo llamado 95Mat5. "Esto sólo lo pudimos hacer gracias a la plataforma que desarrollamos para examinar la reacción de los anticuerpos contra múltiples toxinas”, insiste, por su parte, Irene Khalek, investigadora del Instituto Scripps y coautora de este artículo.
Ensayos exitosos en ratones
Los investigadores probaron el anticuerpo en ratones que, previamente, habían sido inoculados con toxinas del veneno de varias serpientes distintas. En todos los casos, los ratones no solo evitaron la muerte, sino también la parálisis.
El anticuerpo 95Mat5 es tan eficaz porque imita a la perfección la estructura de la proteína humana a la que normalmente se une 3FTx. Una reacción muy similar a la que tienen los anticuerpos que el propio Jardine ha estudiado contra el VIH.
“Es increíble que, para dos problemas completamente diferentes, el sistema inmunológico humano llegue a una solución muy similar", afirma Jardine.
Además, los investigadores consiguieron producir el anticuerpo de manera sintética. "No inmunizamos a ningún animal ni utilizamos serpientes", revela Jardine.
Solo el comienzo
Sin embargo, este descubrimiento marca solo el inicio de un largo camino. Aunque el 95Mat5 es efectivo contra las neurotoxinas, para crear un antídoto verdaderamente universal se necesitarán más anticuerpos que puedan neutralizar otros componentes del veneno de las serpientes.
El coautor del estudio, Stuart Ainsworth, señala que se requiere identificar anticuerpos adicionales capaces de neutralizar diversas toxinas presentes en el veneno de las serpientes.
La esperanza es que, una vez identificados, estos anticuerpos se puedan combinar con el 95Mat5 para crear un antídoto que sea efectivo contra el veneno de cualquier serpiente, independientemente de su composición tóxica.