Un platillo icónico en la gastronomía regiomontana
Por: Kenia Meza
El cabrito, un platillo emblemático del norte de México, es una delicia culinaria con una rica historia que se remonta a las tradiciones y raíces gastronómicas de la región.
Originario del estado de Nuevo León y de otras partes del norte de México, el cabrito se ha convertido en un símbolo de identidad y orgullo culinario para los norteños.
El término "cabrito" se refiere a una cabra joven, generalmente asada al aire libre sobre un fuego de leña, en un asador o trompo. La preparación del cabrito es todo un arte, y su sabor único y su textura tierna y jugosa son el resultado de técnicas de cocción tradicionales y cuidadosas, así como de la calidad de la carne fresca y tierna de cabrito.
La tradición de asar cabrito al aire libre tiene sus raíces en las antiguas prácticas de los vaqueros y ganaderos del norte de México, que criaban cabras y ovejas en la región.
La carne de cabrito era una fuente de alimento importante para estas comunidades, y con el tiempo, las técnicas de cocción se perfeccionaron y se convirtieron en un elemento central de las celebraciones y festividades locales.
Este alimento se ha convertido en el plato estrella de diversas celebraciones y eventos sociales en el norte de México, como bodas, fiestas familiares y reuniones comunitarias. La preparación y el consumo de cabrito asado son una ocasión especial que reúne a familias y amigos alrededor de la mesa para disfrutar de este manjar tradicional.
Además, el cabrito ha trascendido las fronteras regionales y se ha popularizado en todo el país y en el extranjero, gracias a su delicioso sabor y a la creciente popularidad de la cocina mexicana en el escenario gastronómico internacional.
Hoy en día, muchos restaurantes en México y en otros países ofrecen cabrito en su menú, atraídos por su reputación como uno de los platillos más representativos y deliciosos de la gastronomía mexicana.
¿Ya lo probaste?