Una planta común en las casas, está llena de historia. El helecho esconde misterios que se revelan en este artículo
Por: Cristina Castro Gastélum
Dentro del Jardín Botánico Culiacán, se alojan especies cuya antigüedad solemos subestimar. Entre ellas, los helechos destacan como los organismos más antiguos, precediendo incluso a la aparición de las primeras flores. Estos ejemplares, venerables por su longevidad, se consideran fósiles vivientes al haber resistido grandes cambios climáticos y transformaciones naturales drásticas.
Los helechos, asombrosas plantas, son habitantes típicos de los bosques de niebla, prosperando en ambientes húmedos y resguardados de la sequedad.
En México, alrededor de 14 especies pertenecientes a los géneros Alsophila, Cyathea, Dicksonia y Lophosoria se distribuyen en diversas regiones. Lamentablemente, la mayoría de estas especies se enfrenta a la amenaza de extinción debido al excesivo aprovechamiento; a menudo, se emplean sus tallos en la fabricación de macetas.
Este uso desmedido ha resultado en una significativa disminución de sus poblaciones naturales, dado que estas plantas alcanzan la madurez reproductiva entre 50 y 100 años. Además, se reproducen mediante estructuras primitivas llamadas soros, donde residen sus células reproductivas.
Hace unos 300 millones de años, en la era del Carbonífero, los helechos surgían en la Tierra, dando lugar a impresionantes bosques que se extendían por vastas áreas de terreno. La evidencia fósil revela este increíble viaje en el tiempo, cuando estas majestuosas plantas dominaban el paisaje.
Características de los helechos
Los helechos son una especie completamente diferente. Algunas variedades, sorprendentemente, pueden alcanzar alturas de hasta 12 metros, desafiando la idea convencional que tenemos de estas plantas. Pero aquí viene lo más sorprendente, a diferencia de los árboles tradicionales, los troncos de los helechos no desarrollan madera verdadera.
En cambio, están formados principalmente por raíces adventicias y un tejido fibroso, lo que les confiere una estructura única y resistente. ¡El enigmático "Maquique"! En la rica tradición náhuatl del estado de Puebla, el "Maquique" es un tesoro cultural.
Este peculiar tallo, conocido por su nombre autóctono, se ha convertido en un sustrato imprescindible para el cultivo de orquídeas. Sin embargo, su obtención conlleva una triste realidad: la muerte de la planta.
Estas plantas desempeñan un papel vital en los ecosistemas modernos al proporcionar microhábitats y contribuir a la formación del suelo, promoviendo así el crecimiento saludable de otras especies vegetales.
¡Un legado histórico que trasciende generaciones y enriquece nuestro entorno natural! Descubre la fascinante historia del helecho maquique en el orquideario del Jardín Botánico Culiacán, de lunes a viernes de 7:00 a.m. a 6:00 p.m.