Con un buen equilibrio ecológico, los parques se convierten en modelos de coexistencia armoniosa entre humanos y vida silvestre.
Por: Kenia Meza
Existen diferentes parques alrededor del Estado de México en el que puedes estar en áreas con animales de variadas especies, ya sea patos, caballos, borregos, conejos, etc. Pero alguna vez te preguntaste ¿Cómo su presencia afecta a la comunidad psicológicamente?
La mayoría de las personas deciden visitar un parque, se rigen por diferentes razones, estas pueden ser familiares, el deseo de lugares que los ayuden a conectar con la naturaleza, diversión o incluso solo un lugar para inspirarse y tener paz.
Pero poco se habla de los animales, ya sea desde palomas, hasta caballos en un lugar como estos.
En primer lugar, sirven de atracción para los visitantes, ya sea porque son lindos de observar, se puedan montar en ellos, alimentarlos o solo acariciarlos, atrayendo a personas de diferentes edades.
Pero si lo pensamos a fondo, la razón por la que a la mayoría de las personas disfrutan de su presencia, es debido a los incrementos de felicidad que estos causan.
Se ha observado que cuando se convive con animales mayormente amigables, ayuda a reducir el estrés y la depresión, aumenta la curiosidad por la biodiversidad que nos rodea, la ciencia y además es fuente de inspiración tanto de investigadores, estudiantes, artistas y la educación en cuanto a la importancia del cuidado del medio ambiente.
Cuando se establecen prácticas sostenibles y se cuida el equilibrio ecológico, los parques se convierten en modelos de coexistencia armoniosa entre humanos y vida silvestre. La conciencia sobre la importancia de preservar los ecosistemas se fortalece a medida que los visitantes experimentan directamente la belleza y fragilidad de la naturaleza.
Otro factor importante que agregan los animales en áreas públicas, es que suelen construirse de cierto modo en que sea un lugar abierto, rodeado de flora y áreas para caminar, de tal forma que se vuelve motivador para la comunidad salir a ser activos y pasar un buen rato al aire libre.