Regalar una flor en el Día de las Madres es una expresión tangible de amor
Por: Kenia Meza
En el corazón de la Plazuela del Comerciante, ubicada en Santa Rita Axocopan en el municipio de Atlixco, los negocios están emocionados por la llegada del Día de las Madres.
Desde el pasado 5 de mayo, este mercado se ha convertido en un crisol de actividad, con comerciantes al por mayor, minoristas y productores locales llegando con una amplia gama de flores, perfectas para celebrar el próximo Día de las Madres.
Los comerciantes están comprometidos a ofrecer productos de calidad a precios accesibles, asegurando a sus clientes una experiencia de compra gratificante. Desde las clásicas rosas hasta las exóticas orquídeas, la variedad es sorprendente, prometiendo opciones para todos los gustos y presupuestos.
Es importante mencionar que el precio varía dependiendo del ramo. Los más baratos cuestan $50 pesos. A continuación compartimos el mapa para llegar:
Sin embargo, en medio del éxtasis del mercado, se percibe una preocupación sutil pero significativa entre algunos de los comerciantes locales. Adriana Fiscal, una comerciante arraigada en la zona, compartió sus reflexiones sobre un cambio que ha observado en la sociedad moderna: la pérdida de una cualidad humana fundamental, la atención al detalle.
Adriana, con su experiencia como vendedora y observadora atenta de las dinámicas sociales, señala la importancia simbólica y emocional de regalar flores, especialmente en una fecha tan significativa como el 10 de mayo.
"Es un gesto bastante agradable cuando alguien te regala una flor, y más aún en el Día de las Madres", compartió para Milenio. "Es un sentimiento diferente tener flores porque te las regalan, en comparación con tenerlas porque las vendes".
La Plazuela del Comerciante sigue siendo un refugio para aquellos que desean expresar amor y gratitud hacia sus madres con un regalo que va más allá de lo material.
Sin embargo, la preocupación por la disminución de las ventas nos insta a reflexionar sobre cómo podemos fomentar esta tradición en la comunidad y mantenerla viva para las generaciones futuras.
Los comerciantes locales hacen un llamado a la acción, instando a la comunidad a redescubrir el valor de los gestos significativos y a considerar el regalo de una flor de la Plazuela del Comerciante como una opción que trasciende lo comercial.
Más que un simple acto de compra, regalar una flor en el Día de las Madres es una expresión tangible de amor y gratitud, un vínculo emocional que fortalece los lazos familiares y comunitarios.