Parece historia de fantasía, pero en las costas de Tonga se encontró un barco pirata del siglo XIX que alberga una gran cantidad de tesoros ocultos
Por: Raúl Durán
Parece algo sacado de una historia de fantasía, pero el reciente hallazgo de un barco pirata de 200 años de antigüedad con tesoros ocultos en las costas del Pacífico de Tonga, ha causado gran revuelo entre investigadores y lugareños.
Se trata del "Port-au-Prince", un barco corsario que naufragó en las costas de Tonga en 1806, tras ser atacado por guerreros nativos bajo las órdenes del rey Ulukalala Finau II.
El legendario barco pirata se creía perdido, sólo mencionado en historias populares de Tonga, hasta que fue encontrado por un buceador local por accidente frente a la isla de Foa.
La portavoz del ministerio de Turismo local, Sandra Fifita, detalló que se cree que el navío pueda contener una cantidad considerable de oro, plata y cobre en sus bodegas, así como numerosos candelabros de plata, bandejas de incienso, crucifijos y cálices.
Este gran hallazgo ha causado revuelo y emoción tanto en habitantes de Tonga como en la comunidad internacional. De momento, varios buzos locales han conformado grupos para mapear la zona, recopilar datos y enviarlos al Museo Marítimo de Greenwich, en Inglaterra.
Se cree que, además del gran valor histórico y los tesoros que podría haber en el navío, el hallazgo del "Port-au-Prince" permitirá descubrir información importante sobre la vida en Tonga a principios del siglo XIX, cuando tuvo lugar el naufragio.
La historia del "Port-au-Prince"
El antiguo barco fue fabricado en Francia, pero fue capturado por la armada británica en la capital de Haití, de donde viene su nombre. Tras ello, fue enviado al "Nuevo Mundo" con el objetivo de atacar y saquear barcos españoles.
Bajo las órdenes del Capitán Duck, en 1805 el barco fue trasladado a las aguas del Pacífico para cazar ballenas.
Sin embargo, al año siguiente fue interceptado y atacado por guerreros nativos bajo las órdenes del entonces rey de Tonga, quien ordenó que el barco fuera hundido junto con sus tesoros, recuperando sólo sus cañones y hierro.