De acuerdo a los astrónomos de la NOIRLab, esta mano fantasmal mide cerca de 10 años luz.
Por: Juan Méndez
Una extraordinaria captura visual en el cosmos, denominada “La Mano de Dios”, ha sido revelada, mostrando un glóbulo cometario bajo la intensa influencia de la radiación de estrellas masivas.
Esta imagen, proveniente del NOIRLab (Laboratorio Nacional de Investigación de Astronomía Óptica-Infrarroja), nos ofrece una vista impresionante de CG 4, ubicado a aproximadamente 1.300 años luz en la constelación de Puppis.
Este fenómeno celeste se presenta en medio de la Nebulosa de las Gomas, una vasta región de gas brillante que los científicos consideran los vestigios de una supernova ocurrida hace un millón de años, y que contiene en su seno a decenas de estos glóbulos.
¿Cómo es CG 4, también conocida como "La Mano de Dios"?
NOIRLab describe el CG 4, un glóbulo cometario, como “turbio y ominoso”, destacando su distintiva forma a la que se debe su apodo divino.
Los glóbulos cometarios son nebulosas oscuras compuestas por una alta concentración de polvo, conocidas como glóbulos de Bok. Aunque su nombre sugiere una relación con los cometas, su conexión real es la similitud en las “colas” extendidas.
La Mano de Dios, con una “garra” que se extiende 1,5 años luz y una cola de 8 años luz, es uno de los numerosos glóbulos cometarios presentes en la Vía Láctea.
Aunque su apariencia podría sugerir una amenaza para la galaxia espiral ESO 257-19, situada a más de 100 millones de años luz, esta última se encuentra a una distancia segura de las garras de la colosal estructura.
El CG 4 y otros glóbulos cometarios se encuentran mayoritariamente dentro de la nebulosa Gum, una vasta región de gas brillante que alberga al menos 31 de estas estructuras, junto con el CG 4. Se cree que estos glóbulos son remanentes de una supernova que tuvo lugar hace aproximadamente un millón de años.
¿Cómo lograron capturar la imagen de "La mano de Dios"?
De acuerdo con el observatorio, los glóbulos cometarios pasaron desapercibidos para los astrónomos durante mucho tiempo debido a su escasa luminosidad. No fue hasta 1976 a partir de imágenes tomadas con el telescopio británico Schmidt en Australia, que fueron identificados por primera vez.
Usualmente es difícil capturar una imagen de los glóbulos cometarios ya que sus colas, cubiertas de oscuro polvo estelar, impiden el paso de la mayor parte de la luz.
Pero con un filtro especial la Cámara de Energía Oscura puedo captar el débil resplandor rojo del hidrógeno ionizado presente en la cabeza de CG 4 y alrededor de su borde exterior.
La observación de la Mano de Dios ofrece a los astrónomos una oportunidad única para estudiar la formación y evolución de estas intrigantes estructuras interestelares.
Aunque se han avistado similares en toda la Vía Láctea, el CG 4 destaca por su distintiva forma y su relativa proximidad a la galaxia espiral ESO 257-19, lo que lo convierte en un objeto de gran interés para la investigación astronómica.