En el museo está prohibido estrictamente las fotografías con flash y cualquier tipo de interacción directa con las obras apuestas
Por: Kenia Meza
En Toluca, se encuentra una joya cultural que rinde homenaje al arte en su forma más delicada y sutil, es el Museo de la Acuarela. Se encuentra en una hermosa casa del siglo XIX, este museo se erige como un bastión de la expresión artística, que fusiona la belleza de su patrimonio arquitectónico con la exquisitez de sus obras.
Desde el momento en el que un visitante entra a esta venerable residencia, se envuelve uno en un ambiente de creatividad y contemplación. La cuidadosa curaduría que guía la selección y disposición de las piezas expuestas garantiza una experiencia enriquecedora para todos los visitantes.
En el lugar se respira historia y pasión por el arte de la acuarela.
Entre las obras se encuentran creaciones de algunos de los acuarelistas más destacados del país. Desde las pinceladas evocadoras de pastor Velázquez hasta la maestría técnica de Ignacio Barrios. El museo ofrece una panorámica fascinante de la diversidad artística que caracteriza a este medio.
Pero el museo no se limita a ser un mero depósito de obras maestras, también se destaca como un espacio dinámico de aprendizaje y crecimiento.
Cuenta con una amplia oferta de talleres, cursos, lecciones y seminarios, esta institución invita a personas de todas las edades y niveles de experiencia a sumergirse en el fascinante mundo de la acuarela.
En el museo está prohibido estrictamente las fotografías con flash y cualquier tipo de interacción directa con las obras apuestas, todo con el propósito de preservar la integridad y el valor histórico de las piezas.
También, se le solicita a los visitantes abstenerse de ingresar con alimentos, bebidas, mochilas o bolsas, aunque la recepción del museo ofrece un servicio de paquetería para mayor comodidad.
El acceso es accesible para todos los bolsillos, con una tarifa general de $20 y descuentos especiales para niños, estudiantes y adultos mayores a $10.