Con sus imponentes 33 metros, esta escultura se erige como el guardián de Sonora
Por: Kenia Meza
¡Descubre el latido de Sonora a través de una obra monumental que toca el cielo y el alma por igual! En la tierra donde el sol besa la tierra con ardor, se alza un gigante, el Danzante Yaqui, una escultura que no sólo redefine el paisaje de Cajeme sino que encapsula la esencia vibrante de una de las culturas más fascinantes de México.
Creado por las talentosas manos de Marlon Balderrama Monge, un artista sonorense cuyo linaje de escultores ha embellecido rincones del mundo desde Hermosillo hasta la UNESCO, el Danzante Yaqui es una verdadera maravilla que supera en altura al mismísimo Cristo Redentor de Río de Janeiro.
Con sus imponentes 33 metros, esta escultura se erige como el guardián de Sonora, una vigilia permanente que simboliza la resistencia y el espíritu inquebrantable del pueblo Yaqui.
Pero, ¿qué hace al Danzante tan especial, más allá de su impresionante estatura? Fabricado en bronce sintético y pesando alrededor de 1.100 toneladas, el Danzante es una oda a la tradición, un recordatorio de la danza y espiritualidad que corren por las venas de los Yaquis desde tiempos inmemoriales.
Este coloso no es solo una escultura; es una experiencia cultural que invita a todos, locales y visitantes, a sumergirse en la profunda conexión que este pueblo ha mantenido con su tierra, sus ancestros y sus rituales.
Así que, si tus caminos te llevan a Sonora, no dejes pasar la oportunidad de tomar un tour y pararte a los pies del Danzante Yaqui, más un poco de la historia que la envuelve.
Deja que la magnitud de esta obra te envuelva y te transporte a una Sonora ancestral, donde la danza es un lenguaje, la resistencia es herencia, y el arte es un puente entre generaciones.
Es, en cada centímetro de su colosal estructura, puro amor por Sonora, un amor tan grande que solo podía ser expresado a través de una de las esculturas más grandiosas de América Latina. Ven, descubre, y deja que el Danzante te guíe en un viaje inolvidable por el corazón de Sonora.