La exposición permanente del MMAC Juan Soriano permite a los visitantes sumergirse en la diversidad de las creaciones del artista.
Por: Kenia Meza
El Museo Morelense de Arte Contemporáneo Juan Soriano (MMAC) se presenta como un fascinante testimonio de la rica herencia artística de Juan Soriano, un artista mexicano.
Situado en Cuernavaca, Morelos, el MMAC no solo celebra el legado del prolífico pintor y escultor, sino que también sirve como un epicentro para la apreciación y promoción del arte contemporáneo en la región.
Inaugurado en 1999, el MMAC nació con el propósito de preservar la obra de Juan Soriano y compartir su impacto en las generaciones futuras. Nacido en 1920, Soriano dejó una marca imborrable en la escena artística mexicana, cosechando premios y reconocimientos a lo largo de su carrera.
Este museo se erige como un tributo a su genialidad, con una colección permanente que abarca desde sus primeras incursiones en el muralismo mexicano hasta sus expresivas esculturas, ofreciendo una ventana a la evolución artística del maestro.
La exposición permanente del MMAC Juan Soriano permite a los visitantes sumergirse en la diversidad de las creaciones del artista. Óleos, acuarelas, esculturas y dibujos revelan la versatilidad y la maestría técnica que definieron la carrera de Soriano.
Este recorrido a través de sus obras ofrece una visión única de las distintas etapas creativas que moldearon su identidad artística.
El museo no solo es un testimonio estático del pasado, sino un faro cultural que ilumina el presente. Exposiciones temporales presentan el trabajo de artistas contemporáneos, proporcionando un espacio dinámico que conecta las raíces históricas del MMAC con las expresiones artísticas más recientes.
Además de su función expositiva, el MMAC se compromete activamente con la educación artística y la comunidad. Programas educativos y talleres abren las puertas del museo a estudiantes y entusiastas del arte, fortaleciendo así su papel como un centro cultural integral.
Al adentrarse en el MMAC Juan Soriano, los visitantes no sólo exploran las pinceladas de un maestro, sino que también experimentan la profunda conexión entre el arte, la historia y la identidad mexicana.
Este espacio se erige como un testimonio vibrante de la creatividad que florece en el corazón de Cuernavaca, invitando a todos a sumergirse en un viaje enriquecedor a través de la expresión artística y la rica historia cultural de México.