La comunicación asertiva es una de sus fortalezas, lo que les permite motivar a otros, tomar decisiones y transmitirlas de manera efectiva
Por: Kenia Meza
Alguna vez te has preguntado, ¿qué es lo que hace a un líder, un buen líder? pues el día de hoy podrás responder a dicha incógnita. Hay ciertas habilidades y hábitos que permiten a una persona convertirse en un líder, las cuales debe desarrollar en gran escala o volverla parte de su día a día, sin embargo para comenzar a adentrarnos en este tema, es necesario responder a lo siguiente: ¿Quién es o puede ser un líder?
Si bien no hay un reglamento específico para definir quién es un líder, existen ciertas características que destacan en este tipo de personalidad. Por lo general, los líderes suelen ser extrovertidos y tienen la habilidad de influir en otros individuos para alcanzar un objetivo común.
A su vez, la comunicación asertiva es una de sus fortalezas, lo que les permite motivar a otros, tomar decisiones y transmitirlas de manera efectiva, asimismo, cabe resaltar que no solo son capaces guiar a las personas, son capaces de inspirar, motivar y desarrollar el potencial de quienes los rodean.
Ahora bien, teniendo esto en cuenta, cuando un líder se da cuenta de su potencial debe trabajar adecuadamente para mejorarlos, e incluso es necesario que se informe para poder brindar un liderazgo exitoso, una de las mejores prácticas que pueden realizar es adoptar los habitudes.
Cuando un líder reconoce su potencial, es fundamental que trabaje diligentemente para mejorarlo, por ende, informarse adecuadamente es clave para ofrecer un liderazgo exitoso, para esto, una de las mejores prácticas que pueden adoptar es desarrollar habitudes.
Para entender de mejor manera lo antes mencionado, un habitud corresponde a la combinación de palabras entre hábitos y actitudes. Por tanto, un habitud se refiere a poder crear y mantener una serie de rutinas positivas a lo largo de la vida diaria.
De la misma manera, se debe abordar cómo nos comportamos frente a distintas situaciones, desde la perspectiva que se toma hasta nuestra forma de pensar y actuar.
Teniendo mayor claridad sobre esto, ahora profundizaremos en los distintos habitudes que se pueden desarrollar, esto no solo se limitan a acciones concretas, sino que a su vez abarcan nuestra forma de ser. Algunos de estos habitudes pueden ser conceptualizados a través de metáforas, lo que facilita su comprensión y aplicación en la vida cotidiana.
Los 5 habitudes clave para una vida diaria más plena y exitosa, según Tim Elmore
El hábito del "Iceberg" les recuerda a las personas la complejidad tanto de quienes les rodean como de ellos mismos. Al interactuar con los demás, a menudo sólo perciben la punta del iceberg: las acciones externas y aspectos evidentes.
Sin embargo, debajo de la superficie, se encuentran una serie de emociones, experiencias pasadas y valores que dan forma a su ser interior.
Del mismo modo, esto ocurre con ellos mismos ya que logran reconocer gran parte de su identidad, pero hay ciertos rasgos que permanecen ocultos tanto a los demás como a ellos mismos.
Este hábito desafía a ir más allá de las apariencias superficiales, practicar la empatía y explorar sus propias capas internas, fomentando una mayor comprensión tanto de los demás como de sí mismos.
El segundo habitud es el del "Buda de Oro", que destaca la importancia de que los líderes reconozcan y valoren sus propias fortalezas y dones, esto a partir de realizar un inventario personal de sus habilidades y talentos, los líderes pueden desarrollar una sólida autoimagen basada en la confianza en sí mismos.
Esto les permite cultivar una mentalidad de abundancia y gratitud hacia sí mismos, fortaleciendo así su autoestima y su sentido de propósito. Además, este hábito les recuerda que el autodescubrimiento es un proceso continuo, fundamental para el éxito y la realización personal.
Ahora bien, si exploramos el siguiente habitud que corresponde del "Espejo de la Casa de la Diversión", el cual nos invita a reflexionar sobre cómo subestimamos nuestras capacidades debido a la presión social.
Este hábito nos recuerda que todos poseemos un potencial único y diverso, y nos insta a no limitarnos por los estándares sociales. Nos anima a reconocer y abrazar nuestra singularidad como individuos
Por otro lado, el siguiente habitud es el de la "Laptop Personal", una metáfora que compara la mente con una computadora. Esta analogía nos invita a reflexionar sobre el principio de entrada y salida de información: lo que almacenamos en nuestra mente se refleja en nuestras acciones y decisiones.
Si nuestra mente está llena de "basura", es decir, pensamientos negativos, prejuicios o limitaciones autoimpuestas, es probable que nuestras acciones y comportamientos reflejen esa negatividad. Por lo tanto, los líderes deben ser disciplinados en cuanto a lo que permiten entrar y almacenar en su mente y corazón.
Finalmente, el último habitud conocido como "Combustible Emocional", resalta la importancia de cultivar un sólido sistema de apoyo emocional en nuestras vidas, cabe mencionar que este sistema no solo proporciona un refugio durante momentos de incertidumbre o dilemas difíciles, sino que también actúa como un motor que impulsa el crecimiento personal y profesional.
Es por esto que al tener un grupo de apoyo al cual recurrir, podemos encontrar consuelo, claridad y orientación en medio de la confusión. lo cual nos brinda un espacio seguro para expresar nuestras inquietudes, compartir nuestras experiencias y recibir retroalimentación constructiva.
En resumen, los habitudes juegan un papel fundamental en el desarrollo y el éxito de un líder, pues adoptar estos hábitos y actitudes como lo puede ser el análisis interpersonal.
Al tener esto de una forma mucho más arraigado no solo fortalecen la capacidad de liderazgo, sino que también contribuyen a la construcción de una cultura organizacional sólida y al logro de metas compartidas.
Reconocer la importancia de los hábitos y trabajar en su desarrollo continuo es esencial para cultivar un liderazgo efectivo y duradero.