Este pequeño deportista trabaja para lograr su meta en el mundo de los deportes.
Por: Jacqueline Sánchez Osuna
En las calles de La Palma, Navolato, un joven talento despierta cada mañana con un solo propósito: conquistar el mundo del fútbol y llevar en alto el nombre de su tierra.
Jesús Osmin Arredondo Soto, es un estudiante de primer año de la secundaria Salvador Alvarado, que se convierte en una promesa en el mundo deportivo, destacando en las aulas y en las canchas.
Amor por el fútbol
Desde temprana edad, el amor por el fútbol latía fuerte en el corazón de Osmin.
"Empecé a jugar en un equipo a los 5 años, todavía era muy pequeño", relata con pasión. "Desde chiquito me ha gustado hacerlo", reconoce.
Inspirado por su padre, Jesús Trinidad Arredondo, quien compartía su amor por el deporte rey, Jesús Osmin se sumergió en el mundo del balompié con entusiasmo y determinación.
Legado en las canchas
El joven portero, siguiendo los pasos de su padre, pronto demostró su destreza en las canchas de La Palma.
"Me metieron a un equipo de La Palma, se llamaba Deportivo Bam-Bam", recuerda con orgullo. Con el apoyo de su familia y el patrocinio de figuras locales como Dionicio Escalante, Osmin comenzó a forjar su camino hacia el éxito futbolístico.
Un sueño cumplido
El sueño de cualquier niño futbolista es pisar el sagrado césped del Estadio Azteca, y para Jesús Osmin, ese sueño se hizo realidad a una temprana edad.
"Me tocó conocer el Estadio Azteca", cuenta con asombro. "Ahí tenía 11 años". Desde entonces, su ambición creció aún más, alimentada por la pasión y el deseo de alcanzar las estrellas.
Con cada atajada, Jesús Osmin se acerca un paso más a su meta de convertirse en un portero destacado y representar a La Palma y Navolato en el ámbito deportivo.
"Prefiero ser el que para los goles", afirma con determinación. "Aquí como portero es donde he llegado más lejos". Su arduo trabajo y dedicación lo han llevado a ser parte del Nido Águila y a entrenar con CF Sport, donde perfecciona su arte bajo el arco.
Joven visionario
Pero su visión trasciende el fútbol; si no logra alcanzar la gloria en las canchas, sueña con estudiar agronomía y contribuir al desarrollo de su tierra natal. "Aquí en La Palma es una tierra rica para poder desarrollar esa profesión", reflexiona con humildad.
Con el apoyo inquebrantable de su madre María Altagracia Soto y el impulso de su pasión, Jesús Osmin se embarca en un viaje hacia la grandeza. "No tengo novia", confiesa con una sonrisa pícara. "Tengo muchas amigas". Pero su verdadera pasión reside en el fútbol, donde busca ser el mejor en todo lo que hace.
En las canchas y en las aulas, Jesús Osmin Arredondo Soto se prepara para enfrentar los desafíos que el destino le depara.
Con cada partido jugado y cada lección aprendida, este joven talento está destinado a dejar una marca imborrable en el mundo del deporte y más allá.
Su historia es una inspiración para todos aquellos que sueñan en grande y se esfuerzan por alcanzar las estrellas.
Con mucha habilidad detiene los goles, pero deja que entren las oportunidades de éxito para su vida.