Los tacos de camarón de Dautillos se han convertido en una tradición en La Plazuela de Navolato.
Por: Jacqueline Sánchez Osuna
Navolato, Sinaloa.- En La Plazuela de Navolato, frente a la emblemática primaria Benito Juárez, un aroma tentador siempre flota en el aire. Lleva consigo el sabor del mar y la dedicación de una valiente mujer emprendedora.
Una historia de superación y esfuerzo
Brenda González Estrada, a sus 50 años, tiene una historia de esfuerzo y superación a través de sus tacos de marlin, camarón, y pescado, que han conquistado los paladares de locales y visitantes por igual.
Nacida en Dautillos, Brenda lleva ya más de una década llamando a Navolato su hogar. "Ya soy de Navolato", dice con orgullo, como si cada taco que vende llevara un pedazo de su historia marisquera.
Criada en una familia donde el mar era fuente de sustento diario, aprendió desde joven la preparación de los sabores del océano, gracias a las enseñanzas y recetas de su madre.
El amor de madre es fundamental en la vida
Con cuatro hijos a su cuidado, Brenda ha sabido enfrentar la adversidad con entereza. Viuda y cabeza de familia, ha sido capaz de sostener el negocio de los tacos de camarón para darle a su hija menor la oportunidad de educarse.
"Si se puede sacar adelante a la familia trabajando de forma honrada y honorable", afirma con determinación y una voz de firmeza de marineros, de esas que demuestran la fuerza interior.
Aunque el camino no ha sido fácil y las ventas a veces flaquean, Brenda persiste. "Ha sido muy difícil, a veces las ventas bajan y no son seguras, pero sí he podido hacerlo", comparte con humildad.
Su mensaje para otras mujeres que enfrentan situaciones adversas es claro: "No se desanimen, que le echen ganas, hasta vendiendo dulces uno sale adelante, uno hace de todo por los hijos".
Pero el mayor desafío no ha sido solo económico, sino también emocional. "Lo más difícil que me ha tocado hacer es sacar adelante a la niña más chica", confiesa.
La adolescencia de sus hijos ha sido un terreno complicado, pero Brenda sabe que no está sola. Con el apoyo de su esposo, logró sacar adelante a tres hijos.
Hoy, que es viuda le toca seguir trabajando para fortalecer a su hija menor. Junto con su familia, han logrado superar cada obstáculo.
Un ejemplo de dedicación y sabor en Navolato
En cada taco que sirve, Brenda no solo ofrece un bocado de mar, sino también un ejemplo de perseverancia y amor incondicional por su familia. Con determinación demuestra que sí se pueden superar las dificultades.
"En cada bocadillo y en cada taco de camarón, Brenda le pone sazón a la vida. Cada cliente satisfecho es un ingreso económico a casa. Por eso entre el trajinar de Navolato, la esquina de su establecimiento desparrama el olor de la comida marina que trae satisfacciones y un amanecer honroso para su familia."
En Navolato, Brenda es sabor marino y es inspiración de emprendimiento y resiliencia familiar.