Fernando el Inge, es el rey de los cacahuates en Guamúchil

Tuesta 3 tráileres de cacahuate de Mocorito para venta al menudeo, es toda una institución en la región del Évora.

Por: Juan Francisco Sotomayor

Lo cacahuates de Mocorito tienen fama en todo el país, y esa bonanza publicitaria la ha capitalizado Fernando Hernández, el rey de los cacahuates en Guamúchil. “El Inge”, como le dicen, tuesta cada año más de 5 toneladas de esta oleaginosa en un puesto de calle donde llegan consumidores de toda la región del Évora.

De las cosas buenas que tiene Sinaloa para presumir es su producción de cacahuates. Cada año se siembran unas 7 mil hectáreas de esta oleaginosa, y se producen alrededor de 9 mil toneladas de cacahuate para la industria y consumo local.

Y los que han alcanzado más fama son los cacahuates del municipio de Mocorito, que poseen un sabor excepcional. Sólo ahí se siembran más de 5 mil hectáreas en sistema de temporal.

En Sinaloa hay cientos de pequeños expendedores de cacahuates tostado, el que compran directo a productores y lo llevan a sus casas o puestos de venta para tostarlo a vuelta y vuelta, a la vista de todos.

El negocio de Fernando Hernández Olmos es igual al de muchos tostadores de cacahuate en los municipios de Mocorito, Salvador Alvarado y Angostura, la llamada “Región del Évora”.

Tus Buenas Noticias confirmó que el “Inge” tiene el más exitoso puesto, gracias a su calidad en la selección de cosecha, su tecnología, y la estrategia de ubicación en una de las calles principales de la ciudad de Guamúchil.

Fernando tiene su establecimiento por la calle principal de la ciudad, antes llamada carretera internacional, al oriente de la ciudad. A orilla de banqueta, su negocio no tiene nombre, pero todos en Guamúchil saben dónde está la cacahuatera del Inge.

Su cacahuatera una empresa familiar

Como todos los tostadores, Fernando empezó tostando pocos kilos diarios, y conforme fue subiendo la demanda hornea de 160 kilos a una tonelada por día. Su negocio creciente lo empujó a mandar hacer dos hornos de tipo semindustrial, que ahí en Guamúchil elaboran en el Taller Castro.

Desde muy temprano abre el negocio metiendo al horno los primeros costales de cacahuate. Para lograrlo enciende el fogón bajo el horno. Con una pequeña tolva vacía los cacahuates al gran cilindro de acero, y mediante un motor de baja velocidad pone a rodar el horno.

Después de una hora con 20 minutos, el cacahuate sale en el mejor punto para ser pelado. Es preciso tener sincronizada la intensidad del fuego con la velocidad del rotor, por eso con frecuencia está checando el avance del tostado.

Sus cacahuates tienen el tostado que más gusta

Cuando el cacahuate ya ha alcanzado el tostado perfecto, son descargados mediante una tolva que se activa inclinando el cilindro. Lo que sigue es el empaquetado, para eso llenan bolsas de plástico y las pesan en distintas medidas.

La cacahuatera de Fernando es un negocio familiar, le acompaña en todos los procesos su esposa Beatriz Armenta, sus hijos y hasta sus nietos.

“Mi esposa, mis hijos y hasta mis nietos se vienen aquí a pasar el día o la tarde, ayudando a pesar, a embolsar o a despachar al público. Todos tienen funciones específicas. Y aparte de los cacahuates, aquí mismo vendo lonas plásticas recicladas y cubetas” comenta Fernando

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La familia entera pasa buenos momentos ayudando en la venta de cacahuate

La mayoría de sus cacahuates se venden en cáscara, pero también se da tiempo para explotar otras variantes del producto. Elaboran pepitorias enmieladas, cacahuates fritos y cacahuates “garapiñados”, cacahuates pelados con chile y cacahuates pelados saladitos.

“Mi estrategia es comprar siempre el cacahuate a determinados productores de las comunidades de Cerro Agudo, y Las Higueras, Mocorito, ahí obtengo calidad y precio, lo mismo que yo busco ofrecerles a mis clientes. Siempre cuido que el tostado esté en un punto medio, ni muy crudo ni muy tostado, para que a todos les agrade”, comparte el “Inge”.

La temporada de cacahuates de Fernando es de medio año. Empieza justo con las cosechas en Mocorito en Noviembre, pero sus días de mayor venta son en los festejos de navidad, año nuevo y Semana Santa. Son fechas en que vende toneladas de producto.

Con estas virtudes, “el Inge” es el rey de los cacahuates en Guamúchil. Todo el día el olor de cacahuate tostado impregna el barrio de la Colonia del Évora. Sus clientes ya saben donde encontrarlo. El “ruido de uña” no para con tan agradables cacahuates. Es el sabor del orgullo de Mocorito.