Por: Tus Buenas Noticias
Hoy muchas de las plazas de toros se transforman en recintos culturales, comerciales y de sana convivencia sin necesidad de sacrificar la vida de otra especie por diversión.
Bogotá_
La euforia que se vivía hace algunos años, en diversos rincones de ese país, en cada fiesta taurina, ya no es la misma. Si bien en Colombia todavía hay espectáculos que reúnen a toreros de talla internacional, varias de las plazas de toros que se crearon para la ‘fiesta brava’, hoy se consolidan como espacios para llevar a cabo diferentes actividades culturales.
La Serrezuela, por ejemplo, que se ubica en Cartagena y que fue inaugurada en 1930 con el objetivo de celebrar la tauromaquia, hoy hace parte de una reconstrucción, en la que se aspira edificar un centro cultural de más de 22.000 metros cuadrados. Un espacio que tendrá un área comercial rentable superior a 9.000 metros cuadrados, con una amplia zona para 64 parqueaderos, una feria de comidas gourmet y terrazas.
Al interior, la reconocida Plaza de Toros La Santamaría, ubicada en la capital colombiana, inaugurada en febrero de 1931 por Manolo Martínez, Gallito de Zafra y Mariano Rodríguez (hombres del ganado de Mondoñedo), dejó de dar espectáculos con toros hace tres años, y desde hace año y medio pasa por una reestructuración con el objetivo de ser un punto de encuentro local para diferentes escenarios musicales y culturales.
“Entrando el siglo XXI, una de las transformaciones culturales más importantes en el mundo es aquella que acompaña la conciencia del deber de cuidar todas las formas de vida. En este marco, los derechos de la naturaleza y, entre ellos, los de los animales, tienen un desarrollo importante. Los valores del antropocentrismo no son los de las juventudes actuales”, dijo Clarisa Ruiz, secretaria de Cultura de Bogotá.
A esta lista, también se suman la Plaza de Toros El Bosque, ubicada en Armenia, que aunque sigue vigente, no tiene programación taurina en los próximos meses. De acuerdo con información otorgada por el Instituto Municipal del Deporte y la Recreación de Armenia (Imdera), este espacio también se alquila para eventos como Car Audio o conciertos de diferentes artistas.
“De cara a un proceso de paz que va a tomar esfuerzos de voluntades unidas, la defensa de la vida de los animales hace parte también de una reconciliación. Por eso hay que defender la vida en todas sus expresiones y manifestaciones, estos temas despiertan una gran sensibilidad en los colombianos, especialmente en los jóvenes”, manifestó Clara López, excandidata a la Alcaldía de Bogotá.
En Bucaramanga, la Plaza de Toros Señor de los Milagros, y en Funza, la Plaza de Sol y Sombra, también se han transformado en escenarios que prestan sus espacios para llevar a cabo actividades deportivas y artísticas. E incluso, en algunos lugares estas plazas han desaparecido. Es el caso de Cúcuta, ciudad que contaba con su propio escenario para la ‘fiesta brava’, y que con el paso del tiempo fue desalojada. Sin embargo, el furor de este espectáculo se ha trasladado a zonas aledañas de esta región, como Pamplona y Chinacota.
Según Guillermo Rodríguez, experto en toros, estos eventos tienen una raíz cultural. “La tauromaquia tiene ciclos. Su caída puede deberse a que sus costos, que a veces pueden ser elevados, ahuyentan a los públicos. Además, hay un sector de la sociedad colombiana que no mira la ‘fiesta brava’ con buenos ojos. El hecho de que en el país todavía existan ferias, en diferentes ciudades, dedicadas a este tipo de manifestaciones, evidencia que hay personas a quienes todavía les interesa”, comentó.
Para el director de la Corporación Taurina de Bogotá, Felipe Negret, en Colombia todavía hay afición a la tauromaquia. “Esta ha crecido a pesar de las prohibiciones y arbitrariedades de los gobernantes. Los toros no han decaído, lo que ha decaído es el incumplimiento, en muchos casos, de la normas. La tauromaquia forma parte de la identidad cultural”, expresó.
Las plazas que se salvan
A pesar de los nuevos destinos que han tenido los escenarios que antes convocaban a cientos de aficionados a los toros, en tres ciudades la tauromaquia sigue estable y es una realidad.
En Cali, por ejemplo, en la Plaza de Toros Cañaveralejo, se realizará del 25 al 30 de diciembre una feria taurina que reunirá reconocidas figuras de esta disciplina a nivel internacional: el español Julián López Escobar, más conocido como ‘El Juli’; Sebastián Castella, nacido en Francia; y David Fandila, también español y reconocido como ‘El Fandi’.
Además, en Medellín, en la Plaza de Toros La Macarena, habrá temporada taurina del 5 al 14 de febrero del próximo año. La nómina de toreros está encabezada por los famosos españoles Iván Fandiño y Manuel Jesús Cid. También participarán: Manuel Libardo, Daniel Luque y Andrés Roca Rey.
Y Manizales, por su parte, reconocida por ser la ciudad cuna de la tauromaquia, celebrará del 4 al 10 de enero su temporada taurina, que promete traer el evento más importante de América: un mano a mano entre ‘El Juli’ y Enrique Ponce.
“Aunque hay gobernantes que han tomado estos eventos como bandera política, en ciudades donde hay un arraigo por esta expresión, la tauromaquia sigue estable y fortalecida”, dijo Juan Carlos Gómez, director de Cormanizales, entidad que organiza el evento.
La Plaza de México, la de más aforo de la región
En la región de América Latina, se destaca la Monumental Plaza de Toros de México, por ser la de mayor capacidad del mundo, con un aforo para 41.000 personas sentadas. Se encuentra en la ciudad de México, próxima al Estadio Azul, y solo puede ser destinada para dos escenarios: conciertos de artistas y festejos taurinos.
Las opiniones
Juan Carlos Gómez
Director de Cormanizales
“La tauromaquia se ha tomado como bandera política. Sin embargo, donde hay arraigo popular, sigue fortalecida”.
Clarisa Ruiz
Secretaria de Cultura de Bogotá
“Una de las transformaciones culturales del siglo XXI es esa conciencia de cuidar todas las formas de vida”.
Fuente: https://bit.ly/1Lyd6bK
Imagen: tomada de la fuente.