Para ayudar a la comunidad, que también lo ha ayudado a él, creó la Fundación Cárdenas, que promueve atención a estudiantes, familias marginadas, y mejoras a la comunidad.
Por: Juan Francisco Sotomayor
Agricultor pionero en el cultivo del tomate en Culiacán, ha dado empleo a 3 generaciones de Villa Juárez y promueve la paz con Fundación Cárdenas.
Daniel Cárdenas Izabal es cofundador y “papanino” de Villa Juárez, Navolato.
Así le dicen los niños mixtecos, zapotecos y triquis en la guardería y la escuela.
Ama a los niños indígenas y los niños lo aman a él.
Para ellos es como padre o padrino. “Papanino”.
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Apenas los niños se enteran que Don Daniel ronda por la guardería o en la biblioteca, empiezan a gritar a coro: “¡papanino!, ¡papanino!, ¡papanino!”, pocas palabras para tan grande amor en las almas inocentes de los hijos de los trabajadores.
Ya son tres generaciones de trabajadores que pasan por el campo “El Porvenir”. Los primeros migrantes ahí han visto crecer a sus hijos, y luego de sus hijos, a sus nietos.
“Pues esos niños para mí son un recuerdo de cómo la niñez tiene que educarse, darles la oportunidad”.
Daniel Cárdenas Izabal es uno de los empresarios exitosos y cofundadores de Villa Juárez, Navolato. Llegó a la región en 1944, junto con los primeros ejidatarios; haciendo agricultura a partir de tierras enmontadas.
A su incursión en la agricultura le antecede haber trabajado como jornalero agrícola.
Comenta que cuando estuvo en educación secundaria, su papá lo llevó a Aguaruto a trabajar en los campos tomateros de Don Antonio Amézquita Logan, “para que se hiciera hombre”.
“Entonces empecé de trabajador de peón en los almácigos que antes se hacían con bordos y se tapaban con tule para que cuando lloviera o regara no se hiciera costra.Y ya de los almácigos pasé al planteo, anduve plantando, boleando, con azadón, con pala, las mulas; había un tractor ahí, pues también”.
Señala que su padre el Doctor Daniel Cárdenas de la Mora, dejó la medicina y la política para venir a comprar tierras en el valle de Culiacán, porque le dijeron que se haría un emporio agrícola al construirse lo que hoy es la presa Sanalona.
A partir de 1945 empezaron a desmontar la tierra, a la par que llegaron los primeros ejidatarios de lo que posteriormente sería la comunidad de Villa Juárez.
Precisa que las tierras en desmonte se las dieron en renta a Don Félix Enrique de Saracho, quien trajo dos socios estadounidenses ex combatientes de la Segunda Guerra Mundial, y a su vez traían a Alfredo Tribolet como administrador.
Daniel Cárdenas estudió agronomía, pero quien le enseñó el cultivo del tomate en 1949 fue Alfredo Tribolet. Narra que al terminarse la renta y la sociedad Alfredo Tribolet invierte su liquidación para que juntos sembraran tomate, por su cuenta.Así empezaron como tomateros exportadores, para entonces ya graduado de agrónomo.
“Y le dijo a mi padre, yo le voy a enseñar de tomates a su hijo en una temporada, más de los 4 años que estudió allá.Y efectivamente estoy muy agradecido de Don Alfredo Tribolet, por eso ahora que fueron ustedes vieron que nuestra etiqueta principal es Tricar. No es tres Cárdenas, es en memoria de Tribolet- Cárdenas”.
La Agrícola El Porvenir cultiva cientos de hectáreas produciendo tomates, pimiento morrón y pepinos, principalmente. Le da empleo a 2 mil 500 trabajadores de Villa Juárez cada año, en temporada.
[mks_pullquote align="left" width="300" size="24" bg_color="#ffffff" txt_color="#2677d3"]Fue de los primeros sinaloenses en establecer comercializadoras de hortalizas en los Estados Unidos.[/mks_pullquote]
Don Daniel fue también de los pioneros en Sinaloa en introducir tecnología avanzada a los campos, y mejores condiciones de vida para los jornaleros.
“y yo veo que los hijos de nuestros trabajadores ya algunos se han educado y están trabajando en el campo, ya con licenciatura o fuera, y se han superado”
Don Daniel ha visto con tristeza cómo los trabajadores van perdiendo a sus familias por problemas de adicciones, y por la violencia desatada en Villa Juárez.
Le duele que los descendientes de sus primeros trabajadores vayan en riesgo.
strong>Con 86 años a cuestas sabe de agricultura y sabe de respeto.
“Hay que respetar las costumbres de los que han poblado ahí, la cultura de personas que vienen de otros estados”.
Para ayudar a la comunidad, que también lo ha ayudado a él, creó la Fundación Cárdenas, que promueve atención a estudiantes, familias marginadas, y mejoras a la comunidad.
También se han involucrado junto con la Asociación de Agricultores, empresas, iglesias, organismos de la sociedad civil, y autoridades, en el programa Rescatemos de Corazón Villa Juárez, que fomenta el desarrollo, la cultura y la paz.
“Y yo les digo a ustedes, la juventud de ustedes, educándose bien, con principios, van a ser el rescate de Villa Juárez”.
El que ha recibido mucho de los trabajadores, mucho bienestar desea para ellos.
“Y de Villa Juárez que espero, pues que retome sus raíces, que reine la paz, que reine el trabajo honesto, que haya tranquilidad”.
En la historia del tomate en Culiacán, y en la historia de Villa Juárez, resuena la visión… y el amor de “papanino”.