Has de creer que existen estudios científicos para describir la historia del taco, como la “Etnografía económica de los tacos en México”, cuando hay personas que debieran tener doctorado sólo en comer tacos.
Por: Juan Francisco Sotomayor
Los tacos dinamizan la economía mexicana, más de 119 millones de clientes potenciales renunciarían a dieta y medicamentos por un taco.
El taco se enseñoreó de México, en las ciudades, en las montañas, en los valles o a orillas del mar. Donde hay mexicanos los tacos tendieron su poderío, y con ellos una cadena de versátiles componentes y sabores.
Difícil encontrar un mexicano que diga que no le gustan los tacos, es un distintivo que casi viene incluido en su ADN o valor biológico.
Los 119 millones de mexicanos levantarían la mano por un taco. Todos están en la lista de clientes potenciales.
Hay tantos sabores, ingredientes, tipos de carnes y exquisiteces envueltos en una o dos tortillas, que no alcanza una vida para recorrer los puestos y consumir las variedades encontradas en México.
El censo de México (INEGI 2014) ubica de manera oficial 257 mil 173 restaurantes de taquerías (incluidas torterías).
Las carretas informales faltantes (que son cientos de miles) no las contaron porque quizá los encuestadores se quedaron comiendo tacos.
Los restaurantes de taquerías generan alrededor de 85 mil empleos formales en México.
Pero la mayoría de las taquerías son informales, los mexicanos se las han ingeniado para hacer una taquería de cualquier cajón.
Lo hacen empleando a su propia familia y haciendo un deleite de cualquier bocado entre tortillas. Aunque no vaya el INEGI, y deseanado que tampoco vaya Hacienda.
No hay límites imaginarios, existen tacos de: carne asada, al pastor, arrachera, bistec, birria, pancita, tripa, buche, cabeza, camarón, caguamanta, guisos, pescado, carnitas… y todo lo que quepa en tortillas.
Lo mismo da comerlos estando sentados, de pie, o para llevar, con salsa o naturales. Su gusto y sabor no obedece a clases sociales. Simplemente los tacos son aceptables, irrenunciables, democráticos y carismáticos.
Si los tacos son de a gratis, “de grapa”, o “gratinados”, en condiciones naturales nadie se resiste a un tentempié frente a una carreta de tacos.
Si en la convivencia el banquete es de tacos, para muchos no habrá límites en la cantidad, ahí aplican el dicho: “aprovéchate gaviota, que no te verás en otra”.
Has de creer que existen estudios científicos para describir la historia del taco, como la “Etnografía económica de los tacos en México”, cuando hay personas que debieran tener doctorado sólo en comer tacos.
De ese estudio resumimos que los tacos existen desde la época primitiva, (cuando se inventó la tortilla) hasta donde pueda caber un comercio informal en el más nuevo asentamiento mexicano.
El Gabinete de Comunicación Estratégica definió como un “placer culposo” la respuesta que los mexicanos dieron al tener que flaquear a la tentación de gastar para comerse un taco fuera del hogar.
De esos encuestados que comen fuera de casa, el 29 por ciento dijo que prefiere tacos de guisado, carnitas y al pastor. En cada región tendrán respuesta diferente.
Como si faltaran celebraciones en México, habrase visto, también existe el "día del taco". El 31 de marzo.
Y ahora entrados en tema, ¡Que! ¿vamos por unos tacos?.
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