Enamorados que fueron sacrificados pero ni la muerte los separó, un varón que por codicia vendió su alma al diablo y más historias.
Por: Kenia Meza
El oscuro relato de Elota, Los Mochis, San Ignacio y Culiacán.
(TBN) Con flores, risas, lágrimas, música, bullicio y un sinfín de recuerdos se celebra el Día de Muertos en los panteones de Sinaloa pero, ¿conoces las historias que resguardan sus muros o las personas que recorren sus pasillos?.
El Estado de Sinaloa es rico en mitos y leyendas de aparecidos, de personas que vendieron su alma a cambio de riquezas y de enamorados que fueron sacrificados pero ni la muerte los separó. Estos relatos forman parte de los tesoros de la tradición oral sinaloense.
Voltea a los dos lados y prepárate para un viaje al pasado donde conocerás algunas leyendas que buscan un nuevo cuerpo para ser reveladas y escapar de los muros de los panteones de Sinaloa.
Elota
Cuenta la leyenda que en Elota, Pueblo Señorial, una pareja de enamorados fue apedreada y linchada por las personas que habitaban el lugar en el año 1890.
Una pareja que vivió un amor imposible, pues al tener la misma sangre; la gente consideró que vivían en pecado. “¿Cómo era posible que dos hermanos estuvieran perdidamente enamorados?”.
Al ser descubiertos Rosa y Pedro en su amorío, las personas empezaron a golpearlas, a tirarle piedras hasta arrebatarles la vida. Sus cuerpos fueron trasladados al panteón municipal y sepultados en la misma tumba, pero algo inesperado sucedió, a la mañana siguiente fueron encontrados fuera del cementerio.
Los lugareños cuentan que el mismo diablo era el responsable de sacarlos del panteón para que no descansaran en paz, por ello decidieron construir una bóveda con unas cruces encadenadas para evitar que el demonio los sacara.
Y en vez de flores o veladoras para los difuntos, los pobladores les llevaban hojas de maíz en afrenta porque decían que eran más que humanos, animales. A pesar de las cadenas las personas dicen que en las noches de luna llena se puede escuchar el arrastrar de las mismas y gritos.
San Ignacio
Desde España llegó el comerciante Don Bernardo Escobosa y se instaló en el pueblo de San Ignacio en el año 1840 trayendo consigo mercería diversa como telas, espejos, perfumes y demás artículos.
Don Bernardo Escobosa tenía un sueño en particular, convertirse en el hombre más rico y poderoso del lugar, tal fue su ambición que, según la leyenda, decidió venderle su alma al diablo para conseguirlo.
Y como buen negociador su deseo fue concebido, en un instante presumía de ser el hombre más rico de San Ignacio, con grandes propiedades y extensiones de tierra.
Cuando fallece, se dice que sus familiares lo llevaban a sepultar al panteón cuando un viento estremecedor les arrebató el “féretro” (ataúd) y lo estampó en el cerro donde se encuentra actualmente la capilla; la cual fue construida para protegerlo del demonio.
Otra versión es que fue el mismo Bernardo quien mandó construir esa capilla para que el diablo no llegara a él cuando muriera y, ahí él y su descendencia descansaran en paz. Lo que se sabe es que fue un hombre verdaderamente rico quien heredó su riqueza mas no se sabe si también la maldición, ¿usted qué cree?.
Los Mochis
Hace poco más de 50 años, los habitantes de Los Mochis vivieron una experiencia singular que a la fecha, ha marcado el lugar.
La leyenda dice que esto sucedió durante una fiesta cuando una “dama de blanco” apareció de la nada y sin ser vista por cualquier invitado a la celebración. Esta mujer poco a poco se acercó a un hombre al cual, desde lejos, “llamó con la mirada”.
Tomados del brazo la mujer y el hombre se dirigieron a la pista de baile para pasar una noche divertida e inolvidable pero, los lugareños relatan que fue en ese preciso momento, cuando aquel muchacho perdió la noción del tiempo y el espacio.
Las horas pasaban y la pareja seguía disfrutando de la velada hasta que la joven le pidió que la llevara a su casa, desanimado y al ver la desesperación que tenía por irse, decidió acompañarla.
De camino al hogar de la “dama de blanco” iban platicando, hasta que la joven se quejó por el frío y como buen caballero, el joven le prestó su chamarra para ayudarla.
Siguieron caminando y a pocos metros del cementerio, el hombre incrédulo de lo que veía siguió acompañando a la muchacha y se percató que ella estaba más fría de lo normal.
Al entrar al cementerio, la bella dama se detuvo frente a una tumba y afirmó que ese era su hogar dejando enmudecido al joven. Sin tiempo de preguntar, en unos instantes la chica desapareció y la chamarra que la cubrió del frío quedó justo encima de aquella tumba.
Cuenta la leyenda que al reaccionar, el muchacho salió del cementerio a pedir auxilio a la fiesta pero nadie se encontraba allí.
Después de que el muchacho superó el impacto de aquella experiencia, acudió a la casa de la joven y fue ahí donde le confirmaron que había fallecido semanas atrás al regresar de un baile en Topolobampo. ¿Será verdad?. No lo sabemos.
Culiacán
Ubicado en el sector norte de Culiacán, Sinaloa el panteón de “La Lima” ha ocasionado varios sustos a los veladores que trabajan ahí.
No posee leyendas como los lugares anteriores sin embargo, debido a la poca iluminación que tiene, se ha convertido en el lugar predilecto para hacer travesuras pues a muy temprana hora se encuentra en plena oscuridad.
Uno de los veladores afirma que le ha tocado presenciar cómo el alma de una mujer se levanta de una tumba y se sienta de espaldas sobre una lápida. Se dice que cuando el hombre se acercó, sintió mucho frío y antes de llegar donde la chica, ésta ya había desaparecido.
Pocos días después se enteró que aquella chica fue encontrada muerta sobre esa tumba y que otras personas la habían visto vagar por los rincones del panteón.
Otras personas relatan que en el pasillo donde se encuentran enterrados niños, pueden escucharse juegos y risas; hasta les han preguntado “¿quieres jugar conmigo?".
Algunas leyendas que se rumoran por Sinaloa, ¿crees que sean ciertas?.
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