Personas que buscan ser tratadas por igual y no como niños.
Por: Juan Francisco Sotomayor
Personas con síndrome de Down más allá de concepciones sociales en tiempos de dignidad, desarrollo e igualdad.
Tus Buenas Noticias. Muchas son las estigmatizaciones que se han generado sobre personas con síndrome de Down al curso de la historia, hasta los eufemismos que los califican como un “regalo”, pero los esfuerzos internacionales se encaminan a afianzar la dignidad como seres ordinarios, con virtudes y errores propios de su discapacidad.
YouTube // Tus Buenas Noticias
A partir de diciembre de 2011 la Asamblea general de las Naciones Unidas designó el 21 de marzo como el Día Mundial del Síndrome de Down para aumentar la conciencia pública respecto de la dignidad, la valía y la valiosa contribución de las personas con discapacidad como promotores de bienestar.
A partir de entonces en todos los países se alienta la cultura para acciones incluyentes que les den oportunidades de desarrollo, de equidad, y de respeto a sus voluntades.
Las Naciones Unidas considera al síndrome de Down como una discapacidad de tipo intelectual derivada de una ocurrencia genética causada por la existencia de material genético extra en el cromosoma 21.
La ciencia aún no ha podido determinar por qué se da un proceso de división celular defectuosa al momento del desarrollo embrionario (no disyunción), en la cual los materiales genéticos no terminan de separarse durante una parte vital de la formación de los gametos.
Sin embargo, se estima que guarda alguna relación con la edad de la embarazada, aumentando las posibilidades del trastorno a mayor edad de la madre.
Distinguen a este síndrome la disminución del tono muscular, el rostro plano, los ojos inclinados hacia arriba, las orejas mal formadas, la capacidad de extender las articulaciones más de lo habitual, una lengua de gran tamaño respecto a la boca, y otras características.
A la discapacidad intelectual de la persona se le pueden sumar otras limitantes como: ser propensos a problemas oculares, déficit auditivo (60 al 80 % lo tienen), enfermedades cardiacas congénitas (del 40 a 45% las padecen), anomalías intestinales, entre otros.
Algunas personas con este trastorno son más susceptibles a factores inmunológicos como leucemia, Alzheimer, trastornos convulsivos, cutáneos, y apnea del sueño.
A principios del siglo XX se esperaba que estas personas vivieran 10 años, pero ahora cerca del 80 por ciento de los adultos que lo padecen superan la edad de los 50 años.
Conociendo estas consideraciones es importante saber que conforme las personas con síndrome de Down crecen, ya no son niños. No pueden hacer funciones naturales como las demás personas; pero sí pueden ser incluidos de acuerdo a sus habilidades y estado de salud en actividades de su preferencia.
[mks_pullquote align="left" width="300" size="24" bg_color="#ffffff" txt_color="#0095cc"]No todas las personas con síndrome de Down tienen las mismas habilidades, destrezas, aptitudes o estado de salud y de ánimo.[/mks_pullquote]
Pero sí todos pueden tener educación inclusiva en todos los niveles, ser promovidos con participación voluntaria en sociedad, y desarrollar su potencial personal con dignidad y respeto.
Hoy en el Día Mundial del Síndrome de Down, ni marginación, ni menosprecio. Demos pasos en la ayuda, la atención, el respeto y la inclusión.