A sus 92 años, como cualquier visitante, recorre con orgullo los caminos y canales que él ayudó a construir.
Por: Juan Francisco Sotomayor
La vida y la economía de Culiacán llegó en el agua, Severo Gutiérrez es pieza clave en esa historia
Recorrer por zonas los campos agrícolas de Sinaloa hoy se hace en minutos. Viajando en vehículo, al paso de los predios se ven los grandes y pequeños canales de riego y los sembradíos de granos y hortalizas altamente productivos. Son el orgullo estatal. Nadie los ve con tan grande amor como don Severo Gutiérrez.
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Hoy pocos imaginan cómo serían esas tierras sin caminos, carreteras y canales. Don Severo Gutiérrez sí, porque él estuvo desde antes, y participó en el trazo, diseño y construcción de las obras. Se le pudiera considerar el padre de los canales de riego, de los caminos y los módulos de riego de Sinaloa.
En el tema de los canales de riego no fue el precursor ni el único; hubo grandes ingenieros y programas del gobierno Federal antes que él. Pero fue promotor, planeador y desarrollador de unidades de riego y programas de Sinaloa, que ya se replican en otras regiones de México.
¡Levántense!, ¡aquí no queremos flojos en las bancas de la escuela!, era la orden del maestro en la Universidad de Sinaloa en 1941, donde Severo estudiaba para Topógrafo Hidrógrafo. Al grito del ingeniero Manuel Monove Galván los estudiantes se levantaban para ir como ayudantes en el trazo de canales. Así empezó.
Severo Gutiérrez Beltrán, cuenta con entusiasmo que sus maestros en la inicialmente llamada “Universidad de Sinaloa” eran los mismos ingenieros de la Comisión Nacional de Irrigación, y como estudiantes fueron los ayudantes que desarrollaron el trazo original del Canal Principal que riega el valle de Culiacán, margen izquierda.
Ahí aprendió a trazar, formar los canales, localizar las estructuras y construir, “de manera que cuando salí a la vida real ya tenía los conocimientos”, dice entusiasmado. De ahí lo enviaron ya como empleado, a construir la Unidad de Riego de 500 hectáreas en Los Becos, Mocorito, fue el empuje para el desarrollo agrícola de la Higuera de Los Vega.
Cuenta que luego lo trajeron al municipio de Culiacán a construir la Unidad de Riego en Agua Caliente de los Monzón, donde permaneció hasta 1952. Su última estación fue el Canal Lateral 10, junto a Villa Juárez, “donde todavía sigo” afirma desparramando una carcajada.
La construcción en los canales fue la vida para Culiacán
Don Severo cuenta que cuando llegó al distrito 10 del valle de Culiacán, los canales trazados eran provisionales, construidos con moto-conformadoras. Reconoce a Gustavo Stringel como contratista para los desmontes y la construcción de canales en la región de Villa Juárez. A Severo le tocó trabajar en la reconstrucción de los definitivos.
Dice que en épocas de lluvias era un lodazal que sólo se podía entrar a pie y a veces en tractor, pero ya con canales y caminos “el agua empezó a traer vida, y empezó a traer trabajo”. “Era una agricultura rústica y se fue tecnificando. Ahora tenemos todo tipo de riego y tecnologías”, reconoce con autoridad habiendo estado en medio de todas.
Severo Gutiérrez fue presidente de la Asociación de Agricultores del Río Culiacán. En 1970 recibió de Maquío Clouthier un modelo aplicado en Sonora para construir caminos vecinales y revestirlos de tierra compactada.
Pensaron aplicarlo en Culiacán y su éxito se desparramó por todo Sinaloa. Formaron los comités de caminos vecinales: No. 1 en Los Mochis, No. 2 en Guasave, No. 3 en Culiacán y No. 4 en Rosario.
Le tocó construir los caminos La Lima-Mezquitita, El Pozo-Tomo, Agua Nueva-Mezquitita-Imala, Lomas de Rodriguera-Tepuche-Bagrecitos. Culiacancito-Vitaruto-El limoncito, Bachoco-5 Hermanos-El Bledal- El Tigre, y una amplia red de caminos por todo Sinaloa.
“Yo me lleno de orgullo pasar por esos caminos y ver que todavía están ahí, y que la mayoría están pavimentados; ahora son las carreteras que unen a los pueblos”, dice emocionado.
Los Módulos de Riego Modelo nacional
Al paso de los años había un problema en los canales de riego, no corría el agua por el azolve, el zacate, el tule y el lirio acuático, “juntos se hacían nudo y no dejaban pasar el agua” dice. Estaba por empezar la temporada de hortalizas y no corría el agua, entonces organizó una comisión de agricultores para limpiarlos, pidió prestada maquinaria a la Comisión Nacional del Agua y a los agricultores pidió una cuota para pagar el combustible.
Con ese antecedente de organización crearon el primer Módulo de Riego en Sinaloa. Luego el modelo, para la administración del agua y mantenimiento a los canales con equipo propio, empezó a replicarse en todos los distritos de riego del estado donde se fueron formando uno a uno los 49 módulos de riego de Sinaloa. Hoy son ejemplo de organización en todo México.
Para la población de Villa Juárez, recuerda haber gestionado ante el gobernador Alfonso Calderón la construcción de la Escuela Secundaria de tipo agropecuaria, un gesto que cuenta con orgullo, como aporte a la educación.
Severo Gutiérrez se convirtió en un exitoso agricultor en la región de Villa Juárez, es uno de los grandes exportadores de pickle de Sinaloa, da empleo a miles de jornaleros agrícolas. Se siente orgulloso de sus hijos Roberto y Eduardo.
A sus 92 años sonríe de lo que llama “pequeños logros”, “aquí viendo el campo vivo agradecido de la vida y de Dios”, dice complacido.
Severo Gutiérrez recorre disfrutando los campos agrícolas del valle de Culiacán. Igual como cualquier visitante ve los caminos, las carreteras y los canales de riego, pero con el orgullo de haber trabajado en su construcción. A su paso le vienen grandes recuerdos y aprecio de los agricultores pioneros que convirtieron a la agricultura en el orgullo de Sinaloa.