¿Te gusta el tequila? No te pierdas esta historia de cómo un productor de tequila marcó la vida de un joven para siempre, narrado desde su experiencia.
Por: Contadores de Historias
Una empresa en medio de la nada. Grandes recuerdos de Topia me ponen a reflexionar.
Mi recuerdo de la infancia es inolvidable; está marcado con vivir en Wismoras de Galancita, municipio de Topia, Durango, donde hacen el tequila de Wismoras. Ahí conocí personajes entrañables que dibujan y dan identidad a mi existencia; los valores humanos tan esenciales en el presente, como es el trabajo honrado, el esfuerzo cotidiano y el deseo de salir adelante.
Ahora vivo en Culiacán, Sinaloa; ciudad bañada de ríos y cobijada de cerros de selva baja caducifolia, ahí curso mis estudios en el COBAES 25 “Salvador Alvarado”. Me trae nostalgia y emoción al recordar gratos momentos de anécdotas de un pasado tan presente que me hacen valorar la responsabilidad y el esfuerzo para alcanzar el éxito.
Estos valores los practico en mis estudios y vida cotidiana. Lo aprendí de mi amigo Baltazar Torres Castillo, quien es trabajador, talentoso, y sobre todo muy amable. Él tiene 43 años de edad y se levanta todos los días a las 6 de la mañana, como es costumbre desde su infancia.
Luego de desayunar, parte con rumbo y destino fijo. Cabalgando en su caballo por el camino rumbo al Cordón, para ir a su trabajo, que se ubica a pocos minutos de su hogar.
Pero, antes de subir a su caballo, se percata de que la silla esté en todas sus condiciones para montarla.
Baltazar tiene una mezcalera en las Wismoras de Galancita, municipio de Topia, Durango, México. Un sitio que se caracteriza por su linda vegetación y relieve único, ya que éste queda a muy pocos minutos de la alta Sierra Madre Occidental (con latitud 25.1564250 y longitud-106.7703939).
Baltazar lleva más de 18 años elaborando tequila, bebida que conquista al más exigente paladar; aprendió este oficio, gracias a Don Ventura Torres Carrasco, su papá.
Cada año Baltazar trasplanta nuevas plantas de mezcales, ya que tardan alrededor de 10 años para fructificar.
El proceso artesanal para la creación de tan mágica bebida es el siguiente: Una vez que los mezcales ya están sazones, Baltazar los corta, los desbasta y los parte a la mitad.
Enseguida los deposita en un horno para darles cocción durante 4 o 5 días.
Más tarde, ya que la cocción termina; muele el melchonte y los echa a fermentar por un período de 15 días. Cuando la fermentación se cumple; Baltazar destila el mezcal, y la suculenta sustancia llamada tequila fluye a un contenedor de vidrio.
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Después de todo este proceso viene el añejamiento del tequila y el mezclado; lo cual hace que al momento de tomarlo, nos deleitemos su sabor excelso. Con todo esto, Baltazar hace de su trabajo, un deleite que sacude endorfinas convirtiéndolo en una tradición de bebida. En ella mezcla sabores serranos para compartirla y mostrarla al mundo.
En la Sierra de Topia Durango, es el oficio de Baltazar.
Escrito por: Carlomano Zavala Quintana Asesor: Profesor, José Alejandro Beltrán Hernández Institución: COBAES (Colegio de Bachilleres de Sinaloa)