El ejemplo de su familia le sirvió de inspiración para plasmar una idea que motive a los culiacanenses a construir una ciudad más pacífica.
Por: Nidia Félix
Emma estudia en la Escuela Secundaria SNTE 53, y a su 12 años está convencida de que Culiacán puede ser una ciudad más pacífica si se llevan a cabo acciones que inspiren a las personas a vivir diferente. Por esta razón decidió participar en el "Mural por la Paz Suma".
Su familia fue su inspiración para plasmar en dibujo las ideas que darían por resultado su obra; las situaciones difíciles que han vivido juntos y el ejemplo de resiliencia que le han mostrado, llevaron a Emma en la búsqueda por compartir la idea de una vida mejor con sus compañeros.
La alegría, la paz, amor y la tolerancia son el centro de su mural, ella cree que respetar las diferencias entre las personas es necesario para poder construir una sociedad más pacífica.
Mientras Emma se encontraba dibujando su idea, sus compañeros y amigos de la escuela, Tsunami, Daniela, Eduardo y Jatzive, decidieron sumarse en la obra de arte a fin de compartir un mensaje que inspire a sus compañeros a tener una mejor convivencia dentro y fuera de la institución practicando los valores que han aprendido y respetándose entre ellos.
Para Tsunami, el trabajo en equipo es muy importante, ya que enseña a aprender de los demás y poder compartir las cosas buenas que tenemos. Ella cree que todos deberíamos vivir la paz todos los días, empezando por el respeto entre nosotros.
Eduardo y Jatzive creen que su trabajo dará un mensaje positivo a sus compañeros y que ayudará a que no se normalize la violencia dentro de su comunidad escolar. A ellos les gustan las artes, especialmente la pintura y ven en esta una herramienta para construir una mejor ciudad.
A Daniela le preocupa que en su escuela haya discriminación y violencia verbal entre sus compañeros, es por eso, que le gustó la idea de Emma y se unió al equipo para dar un mensaje de cambio. A ella le gustaría poder dar ejemplo de que el cambio se encuentra en uno mismo.
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Con su ejemplo, este grupo de jóvenes estudiantes entusiastas nos enseña que no importa la edad. Todos podemos hacer algo desde nuestra trinchera para transformar nuestra realidad. Y nos recuerda que el cambio depende de todos, por eso empiezo por mí.