La semejanza de médicos con policías se verá en Culiacán

Al igual que los médicos salvan vidas a través de su conocimiento, nuestros policías también nos ayuden a prevenir muchas fatalidades con esta nueva herramienta.

Por: Miguel Calderón

Columna Reflexiones de un aspirante a buen vecino. Por Miguel Calderón

Dicen los que saben que la base de una buena historia clínica es el interrogatorio inicial del paciente y que el complemento perfecto es su registro documental. La narración escrita, clara, precisa, detallada, ordenada de todos los datos y conocimientos relativos a un enfermo, sirven de base para el juicio definitivo de su enfermedad y de su tratamiento exitoso. ¿Qué pasa con los policías?

En sentido contrario, deficiente historia clínica registrada en la mayoría de los casos termina en costoso y trágico fin. Cuidando las diferencias entre un caso y el otro, cuando un delito se lleva a cabo y el policía registra los detalles del mismo al arribar al lugar de los hechos, la trascendencia del comúnmente llamado reporte policiaco es de elevadas consecuencias.

Aquí es donde la labor del médico y del policía se aproximan en similitudes muy cercanas. La diferencia estriba en el tiempo de preparación en una y otra profesión. Mientras que un médico especialista dilata 7 años en promedio para graduarse, un policía invierte aproximadamente un año.

Lo que al doctor es el paciente, al policía le es el hecho delictivo. Tanto uno como el otro tiene la obligación de documentarlo porque en ambos casos habrá un tratamiento posterior por resolver.

Cuando el médico tiene dudas envía pruebas al laboratorio. Cuando el policía se apersona en la escena del delito, en muchas ocasiones, termina apoyándose en peritajes y estudios posteriores. Podemos suponer que socialmente el peso del expediente clínico médico resulta muy parecido al de Informe Policial, como oficialmente se les da el nombre.

La investigadora Ana Pamela Romero publicó el “Análisis de los Informes Policiales a Nivel Nacional e Internacional” en 2015. Ahí da cuenta que la cultura para el llenado del Informe Policial en México es bajísima encontrando en la estadística oficial que sólo el 0,32% de los agentes policiales llenaban y subían al sistema el mismo al año 2011.

Las consecuencias de esta omisión se han traducido no sólo en expedientes deficientes para condenar a consumados delincuentes, sino que se dejó de almacenar información valiosísima en cuanto a inteligencia se refiere.

De nuevo recurro a la analogía médica para ilustrar qué tan importante es un oficio como el otro: imaginen a un cirujano recibiendo a un paciente en quirófano sin el historial clínico.

Ahora imaginen a un juez de última instancia tratando de condenar a quien seguramente es culpable, pero sin el registro de los hechos. El médico no operará al paciente y el juez no impartirá justicia.

Los razonables motivos que el agente de policía tiene al omitir este básico e importante procedimiento son tres: 1. Lo complejo del llenado; 2. La falta de capacitación para el llenado y 3. La falta de tiempo después de una jornada de 12 ó 24 horas seguidas de trabajo.

Con este antecedente es que les comparto que esta semana fui testigo de que este panorama está a punto de cambiar. Después de un periodo de consulta y análisis de varios meses, el Centro Nacional de Información del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública lanzó el programa piloto llamado Informe Policial Homologado Móvil.

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Esto no es otra cosa más que la simplificación de un procedimiento complejo y enredoso a través del aprovechamiento de las tecnologías de la información por medio de una aplicación y de una tablet conectada en tiempo real que le facilita la vida al policía a la hora de realizar su reporte. Si se le dificulta narrar por escrito, le puede dictar a la Tablet. De ese tamaño.

15 valientes municipios han firmado para ser los pioneros de esta prometedora innovación. Y, ¿qué creen? Si, Culiacán es de este grupo de ciudades que se animaron a entrarle.

Así que, pronto, muy pronto veremos a nuestros policías, cual profesionales de la salud que portan sus estetoscopios, con sus tablets de apoyo para cimentar con base firme carpetas de investigación que permitan aumentar los casos en los que se imparte justicia. Bienvenido el uso de la tecnología en beneficio de una labor de tanta importancia en nuestras comunidades. Bienvenido el IPH Móvil para Culiacán.

Yo tengo una expectativa: que al igual que los médicos salvan vidas a través de su conocimiento, nuestros policías también nos ayuden a prevenir muchas fatalidades con esta nueva herramienta. Por el bien de todos que así sea.

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