¿Rescate de un Pomarine Jaeger (Stercorarius pomarinus)

Este “rescate” me recordó otro similar que realizó un biólogo al que le decíamos “el pellejos”, igual que esa amiga, se encontró un pollo de Bobo Patas Azules (Sula nebouxii), lo atrapó y que se lo trae a Culiacán.

Por: Dr. Xicoténcatl Vega Picos

Dr. Xicoténcatl Vega Picos/ Letras de Vida

Por WhatsApp una amiga me envió una foto de lo que parecía un juvenil de gaviota que la encontró en la playa (obvio eso, ¿en dónde más?) podrían preguntarse algunos. Orgullosa me preguntó ¿que cuál especie era? Por un momento pensé en una gaviota, pero pudo más la duda, consulté con algunos amigos y resultó que el flamante rescate era de un Pomarine Jaeger (Stercorarius pomarinus). Más orgullosa, imagino su expresión, fue cuando me informó “la rescatamos”.

Es obvio que hablar de un “rescate” es muy temprano y “pior” aún que llegue a suceder de manera exitosa. Aclaro, no es que no quiera que suceda, pero rescatar fauna silvestre lastimada es difícil, por triste que estas letras así lo indiquen. Su rescate es complicado, requiere de ayuda especializada, entre ellos la correcta identificación.

Este “rescate” me recordó otro similar que realizó un biólogo al que le decíamos “el pellejos”, igual que esa amiga, se encontró un pollo de Bobo Patas Azules (Sula nebouxii), lo atrapó y que se lo trae a Culiacán. Para empezar fue el lío en el que se metió con su mamá, pues la señora no lo quería en la casa porque apestaba a pescado, además de los otros componentes del menú de alimentos marinos.

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El pellejos pasó la prueba con su madre, al final la ablandó o la señora se resignó a que su retoño sería el flamante papá postizo de un pájaro bobo patas azules. No recuerdo cuántos días pasó con su mascota alada, pero en alguna de las vueltas por su casa lo vimos con el animal caminando entre sus patas. Lo alimentó principalmente con camarones y pescados crudos; la cochera de su casa se empezó a llenar de manchas blancas apestosas a pescados, que batallaba para limpiarlas. Finalmente, para alegría de la orgullosa abuela, llegó el tiempo de regresar al “pellejitos” a la isla en donde lo encontró.

Previo al destete le pusimos unos anillos muy rudimentarios, sabíamos que se caerían pero de todos modos se los pusimos. Lo liberamos y el animal no sabía que hacer, lo mismo que el pellejos, pero finalmente se “integró” a la colonia. Era obvio que la integración no fue para nada exitosa, al animal le hacían falta los padres, no sabía volar aún y menos comer por su propia cuenta. Estaba indefenso frente a una colonia con sus parientes que olímpicamente lo ignoraron, es más podríamos decir que si los padres estaban presentes ya ni se acordaban del pellejitos.

Sucedió lo que tenía que suceder, el animal murió, lo más seguro que fue por hambre o atacado por algún pariente.

El Pellejos no recuerdo si lloró su muerte. Pero esto es lo que usualmente sucede cuando una persona toma a un animal de su entorno natural, lo rescatas por un momento o por el tiempo que permanece bajo custodia y al momento de soltarlo se encuentra totalmente indefenso, pues no está preparado para ello. Lo alimentas, pero probablemente no es el alimento adecuado, no realiza los ejercicios que requiere durante su crecimiento, tampoco se prepara para emprender el vuelo, pues no tiene quien le enseñe, menos quien le enseñe los artes de la pesca, en fin, son muchos los factores que pueden llegar a incidir en estos rescates, por que usualmente terminan como rescates fallidos.

Sigamos con la “gaviota playera” o el ya confirmado Pomarine Jaeger, quien lo “rescató” debe de saber algunas cosas antes de emprender su aventura maternal. Para empezar esta ave es migratoria, se reproduce en el ártico, hablamos de un rango que va desde Canadá hasta la extinta Unión Soviética o lo que hoy es Rusia, ambientes fríos en donde se dan explosiones de unos lemmings pardos (Lemmus trimucronatus) son como topos o ratas regordetas, que son su único alimento en la reproducción, es más son tan necesarios que los Pomarines no se reproducen si notan la ausencia de los lemmings. Migra al sur hasta el otro lado de la tierra, pues se distribuye desde la frontera sur de Canadá hasta el sur de Chile por el Pacífico, para ver en otras partes, mejor pongo el mapa.

Cuando se acerca a las costas es peleonero, pues gusta de robar el alimento a otras aves; se le considera un animal fuerte, pues no teme atacar a otros que sean más grandes. Usualmente lo que come son peces o crustáceos algunas veces robado de los barcos pequeros. Se sabe que también se alimenta de otras aves a las que caza.

En fin, el ave encontrada y rescatada estaba en una playa llena de basura, esperemos que este individuo no se haya lastimado entre el basural. Un poco de respeto para este viajero de las tundras que fue encontrado en las cálidas playas sinaloenses no estaría demás.

Por cierto, no estoy seguro si es el primer registro para el estado de Sinaloa para esta especie.

Contacto: xicovegadirector@aaves.com.mx // https://aaves.com.mx/