La Esperanza se Renueva: Inicio de la Pesca del Camarón en la Bahía de Altata

Reflexiones de un Aspirante a Buen Vecino. Por Miguel Calderón.

Por: Miguel Calderón

Reflexiones de un Aspirante a Buen Vecino. Por Miguel Calderón.

Esta semana coinciden varias cosas: el tradicional festejo del Grito de la Independencia, el aniversario de los Niños Héroes de Chapultepec y el inicio de la pesca de camarón en la bahía de Altata, después de una veda de 6 meses en la pesca ribereña.

Contener los impulsos para no salir a la captura de crustáceos y así permitir su reproducción, multiplicación y crecimiento no es tema sencillo de digerir. Por décadas muchos de los anhelos de las familias que habitan los campos pesqueros de la zona basan su subsistencia y posibilidad de progreso en esta actividad.

Semanas previas al anuncio gubernamental de la fecha permitida para hacerse a la mar se puede observar a pescadores tejer armónicamente redes de pesca con cierta paciencia y mucha esperanza.

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La pesca de camarón en la bahía de Altata, es un hecho repetido año con año. En todos los veranos en los campos pesqueros de Las Arenitas, Las Puentes, El Castillo, Las Aguamitas, El Tetuán y Altata hace recordar a uno de los personajes de la obra clásica de la literatura La Odisea: Penélope. Ella, como los pescadores, tejé y tejé con la expectativa de que su marido regresé de una guerra prolongada por décadas sin perder la fe.

La frase inicial de otra famosa obra literaria ilustra parte de lo que los hombres del mar viven: “Era un viejo que pescaba solo en un bote en la corriente del Golfo y hacía ochenta y cuatro días que no cogía un pez”. Hemingway, el escritor, recibió dos galardones de prestigio mundial por narrar de esa manera las peripecias del oficio.

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La positiva evolución de la actividad ha pasado del desconocimiento, el desorden, la falta de conciencia y el deseo por pescar hasta agotar el recurso a la acumulación de mejores prácticas, el ordenamiento pesquero, la asignación de cuotas de captura, la vigilancia durante el periodo de prohibición y la pesca sustentable.

Hoy las artes de pesca que abundan son las permitidas por las autoridades y, en particular, destaca una: la red suripera. Esta red es una creativa adaptación de la tradicional atarraya y combina la forma operacional de las redes de arrastre, pero opera a merced de la corriente y por efecto del viento. Fue creada orgullosamente por sinaloenses.

La pesca que se hace con esta técnica puede llevar la etiqueta y la certificación de captura silvestre, lo que eleva el precio y permite acceder a mercados con alto poder de compra. La gran mayoría de los pescadores y sus cooperativas condenan y reprueban métodos que dañan en extremo al medio ambiente.

En un vídeo que circula hace pocos días en redes y en contactos de whatsapp se alcanza a percibir abundancia de camarones de buen tamaño listos brincando en la superficie de la bahía para ser capturados. Lo que ahora tienen claro las nuevas generaciones de pescadores es que respetar las reglas de capturas ayuda a la conservación ambiental y permite que la esperanza regrese cada año.

La idea es alejarnos de la imagen que ilustra Hemingway y que los pescadores siempre que salgan a la mar en períodos de tiempo permitido encuentren el sustento para sus familias.

De igual manera, hacemos votos porque la esperanza que se le imprime al tejido de las redes sea recompensada positivamente. A Penélope en La Odisea esa paciencia y fe le fue pagada con el retorno con vida de su esposo. Esperamos que en la pesca de camarón en la bahía de Altata, como en otros campos, a los pescadores la renovación de su esperanza les sea premiada con cosechas récord.