7 tips para mejorar tu salud mental y la de tu familia

Cuidarse a uno mismo, soltar tensiones y el apego familiar sano pueden fortalecer la confianza de los miembros.

Por: Kenia Meza

Cuidarse a uno mismo, soltar tensiones y el apego familiar sano pueden fortalecer la confianza de los miembros

La salud mental no es un concepto que ‘está de moda’. En todas las etapas de tu vida es relevante ya que ayuda a establecer el desenvolvimiento de la persona como un ente social. Por lo que si buscas mejorar tu salud mental, aquí te decimos cómo.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) señala que es un “estado de bienestar en el cual el individuo se da cuenta de sus propias aptitudes, puede afrontar las presiones normales de la vida, puede trabajar productiva y fructíferamente y es capaz de hacer una contribución a su comunidad”.

De tal modo que la salud mental puede verse afectada y representada con los siguientes síntomas.

  • Sentirse deprimidos.
  • Cambios extremos de humor.
  • Poca energía, problemas para dormir.
  • Sentirse hostil, enojado o violento.
  • Escuchar voces o tener alucinaciones.
  • Pensamientos suicidas.

Lee: Una forma de entender la salud mental en el ser humano

Para lograr una adecuada salud mental en los pequeños que los lleve a tener una buena calidad de vida, los padres deberán enseñar con el ejemplo, y procurar tener un equilibrio mental que puedan transmitir a los niños por medio de diversas herramientas.

A continuación, Parenting Global, empresa dedicada a brindar la mejor información internacional sobre crianza y paternidad, comparte 7 acciones para mejorar la salud mental de la familia.

1. Cuidar de uno mismo: Para cuidar a los demás es necesario comenzar por uno mismo, esto se puede expresar en el cuidado personal físico, mental y emocional.

2. Concentrarse en lo básico: Es primordial asegurarse de tener el sueño adecuado, una alimentación saludable, hacer ejercicio, pasar tiempo al aire libre, asistir a citas médicas, etcétera. Así que es importante establecer las prioridades de salud de la familia y establecer una disciplina.

3. Soltar tensiones: Se puede hacer esto mediante el ejercicio, pasar tiempo con los pequeños, e incluso mediante técnicas de reducción de estrés como atención plena, con la respiración profunda y consciente, o la meditación. Practicar los hobbies es también una forma excelente de liberar el estrés; encontrar una actividad que sea del agrado de la familia y ponerla en práctica en momentos de tensión es una manera excelente no sólo de fomentar la unidad, sino de hallar relajación.

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4. Realizar actividades en familia: Leer, ver películas, jugar en el jardín o juegos de mesa, estas actividades nos permiten ejercitar el cerebro y liberar endorfinas, lo que ayuda a contrarrestar estados de presión o desequilibrio emocional. Además refuerza la confianza en los lazos familiares y fortalece la visión que el menor tiene de sí mismo.

5. Fomentar el apego saludable: El apego es clave en el desarrollo psicológico de un niño y en la formación de su personalidad. La calidad del apego influye en su comportamiento y en su desarrollo futuro, brindándole seguridad, autoestima y autonomía.

En lugar de tratar de volver a los niños independientes a toda costa, aprendamos del hecho de que “los seres humanos estamos hechos para depender unos de otros, pero lo podemos hacer de una forma saludable que nos ayude a crecer”, según Teresa García Hubard, autora del libro No hay niño malo. 12 mitos sobre la infancia, y así volvernos más fuertes en todos los aspectos.

7. Intentar cosas nuevas: Aprender una nueva habilidad, leer un género al que no estemos acostumbrados, realizar pequeños giros en nuestras rutinas, todo esto mantiene la creatividad activa en nuestro cerebro y sirve también para preservar las células y conexiones cerebrales, mejorando nuestro estado de ánimo, de acuerdo a la Asociación de Alzheimer.

8. Dialogar: Una de las mejores terapias familiares es el diálogo, en el que incluyendo a los más pequeños es posible descubrir inquietudes, miedos y el posible avistamiento de trastornos, de esta manera será también posible ser una compañía y sustento en los momentos de dificultad, ya que el soporte emocional es clave para el sano desarrollo de los miembros de la familia.

Una investigación de la asociación Salud Mental Aumentada (Augmented Mental Health en inglés) sugiere que 50% de las enfermedades mentales en la vida adulta comienzan antes de los 15 años y el 75% a los 18 años. Por lo que mantener el diálogo y una conexión abierta y constante es clave para monitorear el bienestar emocional de nuestros hijos.