El 1 de diciembre es declarado como el Día Mundial de la Lucha contra el SIDA, y cuyo lema este año es “Poner fin a las desigualdades. Poner fin al sida. Poner fin a las pandemias”.
Por: Jacqueline Sánchez Osuna
El 1 de diciembre es declarado como el Día Mundial de la Lucha contra el SIDA, y cuyo lema este año es “Poner fin a las desigualdades. Poner fin al sida. Poner fin a las pandemias”.
Mia, es una persona como cualquier otra. Llena de aspiraciones, sueños e ilusiones. Le gusta la fiesta, salir a divertirse y disfrutar cada momento de su vida. Esa es una de sus premisas, sobre todo desde el día en el que se enteró que es portadora del VIH.
En la vida se le han presentado distintos desafíos. Desde los primeros años de vida, le pareció que había nacido en un cuerpo que no le corresponde a sus aspiraciones. Pues, aunque su cuerpo manifestaba que era un varón, su mente y sentimientos le indicaban lo contrario.
“Justo cuando han pasado cuatro décadas desde que se dieron a conocer los primeros casos de Sida, el VIH sigue amenazando al mundo. El mundo ahora está lejos del camino para llegar a hacer realidad el compromiso compartido de acabar con el Sida para el año 2030, pero no debido a una falta de conocimientos, capacidad o medios, sino a las grandes desigualdades estructurales que obstaculizan las soluciones que está demostrado que funcionan en lo relativo a la prevención y el tratamiento del VIH”, enfatiza ONUSIDA.
“Es muy importante que todas las personas sepan que no por ser portador del VIH te van a infectar solo por saludarte, tampoco porque estén en la misma habitación, o por brindar atención médica. Es necesario hacer que nos vean como a cualquier persona y que quienes nos encontramos en el grupo vulnerable estemos en constante atención médica, nadie está exento”, asegura Mia quien al día de hoy continúa luchando para llevar su experiencia a quienes lo necesitan para sobresalir ante esta difícil enfermedad.
Hoy Mia padece los síntomas, pero le duele más la discriminación.