Edificio Central de la Universidad Autónoma de Sinaloa

Edificios, Fincas y Monumentos históricos emblemáticos en el entorno de la Plazuela Rosales. Primera parte.

Por: Jaime Félix Pico

Edificios, Fincas y Monumentos históricos emblemáticos en el entorno de la Plazuela Rosales. Primera parte

Jaime Félix Pico | Relatos y rincones

El Edificio central de la Universidad Autónoma de Sinaloa fue llamado antiguamente Colegio Civil Rosales. En el año 1957 ingresé a la entonces Universidad de Sinaloa como estudiante de secundaria y me enfrenté por primera vez al imponente edificio que albergaba todas las estructuras académicas y administrativas de la siempre referida “Máxima Casa de Estudios de Sinaloa” y Alma Mater de muchos sinaloenses ilustres que pasaron por sus aulas.

El vivir mi etapa de estudiante secundariano bajo los techos de este edificio histórico no me causó mayor impresión pues estaba acostumbrado a habitar en fincas de ese estilo arquitectónico y de esa antigüedad. La casa donde nací y viví mi infancia su construcción se le atribuyó, sin que exista evidencia alguna, al Ingeniero Luis F. Molina, por su estilo, muy semejante al edificio que hoy es la sede de El Colegio de Sinaloa, que se dice él construyó.

Durante los tres años que recorrí pasillos, permanecí en sus amplias y altas habitaciones habilitadas como aulas, laboratorios, talleres, oficinas y hasta auditorios, incluyendo la famosa Aula Magna dedicada al ilustre maestro emérito Ing. Reinaldo González. No me percaté de la importancia cultural, patrimonial y el simbolismo que encerraba el edificio histórico, quizá por no haber tenido la suerte de que alguno de mis maestros me orientara y motivara sobre ello.

Casi cuarenta años después, en 1993, el entonces presidente municipal de Culiacán, Dr. Humberto Gómez Campaña, me invitó a formar el Patronato Pro-Rehabilitación de la Plazuela Rosales, el cual presidí para ayudar a la reconstrucción de ese espacio emblemático de la ciudad que permanecía descuidado y muy deteriorado.

A partir de un proyecto arquitectónico propuesto por maestros y alumnos de la Facultad de Arquitectura de la UAS; la obra se terminó en 1995 y marcó el inicio de políticas públicas conservacionistas del patrimonio histórico edificado en Culiacán.

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Con este proyecto se puso en marcha el primer Plan de Manejo o Plan Parcial del Centro Histórico de Culiacán, instituido por Decreto Municipal, a partir de allí se empezó a hablar de Centro Histórico, por sus valores patrimoniales intrínsecos, término que sirvió para dar visibilidad a elementos de carácter histórico y cultural, que lo caracterizan, restándole importancia al de Centro de la Ciudad o Centro Comercial.

Concluida nuestra responsabilidad al frente del patronato, se formó el Patronato del Centro Histórico de Culiacán A. C. organismos de la sociedad civil cuyo objeto social fue la salvaguardia y preservación de aquellas fincas. edificaciones en general, que tuviesen un valor histórico y se significaran como elementos que confieren identidad cultural a los culiacanenses.

Esta asociación civil la presidió, desde su inicio y hasta su fallecimiento, el Señor René de S. Palomares, un ciudadano responsable enamorado de su ciudad, particularmente del centro histórico.

Fue un luchador social contra las impunes demoliciones de edificios históricos que nos dejó la “modernidad urbanística y arquitectónica”, que impuso el despegue económico impulsado por el auge de la agricultura, el comercio y los servicios que inició a principios de la segunda mitad del siglo pasado.

Predicando con el ejemplo, el Señor Palomares mantenía y ofrecía su casa de estilo arquitectónico decimonónico, artísticamente conservada en la calle Rosales, visibilizando los valores estéticos de la arquitectura neoclásica que le dio a Culiacán imagen de ciudad señorial a fines del siglo XIX y toda la primera mitad del siglo XX, con la romántica idea de que los propietarios de fincas patrimoniales optaran por su rescate y no destrucción.

A continuación, les presento datos sobre la historia del Edificio central de la Universidad Autónoma de Sinaloa, catalogado por el INAH como Monumento Histórico, que hoy permanece bajo la custodia de la Universidad Autónoma de Sinaloa, esperando mejores tiempos en cuanto a su uso más adecuado a su simbolismo cultural y el valor patrimonial.

A lo largo del siglo pasado fue el centro motor, la piedra angular de donde irradió el pensamiento crítico liberal y las más significativas expresiones culturales, particularmente las llamadas bellas artes, hacia todo el territorio sinaloense trascendiendo a la región norte y noroeste de México.

Su más remoto antecedente está en el año de 1873, se ubica en Mazatlán entonces capital del estado gobernado por el Licenciado Eustaquio Buelna, él fundó el Liceo Rosales con el fin de impartir enseñanza secundaria, preparatoria y profesional ofreciendo una opción laica a la población que entonces tenía solo la enseñanza que se impartía en instituciones educativas de perfil eclesiástico.

El Licenciado Eustaquio Buelna (1830 – 1907) pertenece a la pléyade de hombres ilustres de Sinaloa, mocoritense de nacimiento, gobernador de pensamiento liberal. Implementó en el estado un plan educativo inspirado en la filosofía positivista, de gran visión humanista y científica para la formación de recursos humanos alineados al pensamiento político liberal imperante a partir de la promulgación de la Constitución de 1857.

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Un año después de fundado, en 1874, el gobernador decidió trasladar el Liceo Rosales a Culiacán que por disposiciones constitucionales había sido declarada capital del estado. Con el nombre de Colegio Rosales y después como Colegio Nacional Rosales, ocupó distintos espacios: en un principio operó en el edificio de La Tercena (hoy Archivo General Histórico); siguió en el conocido Mesón de San Carlos (hoy Centro Cultura Sinaloa de las Artes Centenario del ISIC); hasta ocupar este edificio en el año de 1895.

Según la política pública educativa imperante en los gobiernos post revolucionarios la institución tuvo otras denominaciones, por ejemplo, Universidad de Occidente (1918 – 1922), Colegio Civil Rosales (1922 – 1937). Universidad Socialista de Occidente (1937 – 1941), Universidad de Sinaloa (1941 – 1965) y finalmente Universidad Autónoma de Sinaloa (1965 y hasta la fecha); fue el gobernador Leopoldo Sánchez Celis quien le otorgó la autonomía por Decreto Oficial en el año 1965.

El diseño y construcción del Edificio central de la Universidad Autónoma de Sinaloa, que en su origen fue de una sola planta, se lo debemos al Ing. Luis F. Molina para que fuera la residencia familiar del gobernador Cañedo, quien le encargo elaborara un proyecto arquitectónico para casa habitación en un terreno de su propiedad ubicado al sur de la plazuela Rosales que recién iniciaba su construcción.

Una vez edificada lo que sería la flamante casa del gobernador Cañedo, éste cambió de opinión y decidió vender al gobierno del estado la finca para que la destinara al entonces Colegio Civil Rosales, que funcionaba, como ya se dijo más arriba, en el edificio conocido como “El Mesón de San Carlos”. El Dr. Ruperto L. Paliza, Director del Colegio, fue quien formalizó la operación de compra venta, recibió oficialmente el edificio y lo destinó como sede del entonces Colegio Rosales, en el año de 1895.

En carácter de institución educativa hubo de hacerle adecuaciones a los distintos espacios de lo que fuera originalmente una amplia casa habitación. El edificio fue intervenido constructivamente en 1905 y en 1915 siempre respetando el estilo original que le imprimió Molina, sus portales con arcos de medio punto que lucen impresionantes en la fachada del edificio. En 1945 ya como Universidad de Sinaloa siendo rector el Químico Amado Blancarte, el Ing. Juan Ochoa construyo la segunda planta tal como ahora se le conoce.

Entre 1970 y 1977 se construyó la Ciudad Universitaria en un terreno ubicado al norte de la ciudad, pasando la ribera derecha del río Tamazula. Fue el entonces gobernador Licenciado Alfredo Valdés Montoya y bajo la rectoría del Dr. Julio Ibarra Urrea, que se inició el proceso constructivo a partir de un concurso nacional convocado por la universidad el cual ganó el prestigiado Arquitecto Agustín Hernández Navarro.

En los últimos años, después del traslado a CU, el edificio se destinó a ser la sede de Rectoría y luego del cambio al nuevo edificio de rectoría en 2016 el edificio quedó disponible para actividades de diversa índole.

A partir de la ejecución del proyecto de restauración de la plazuela entre 1993 y 1994, el Edificio central de la Universidad Autónoma de Sinaloa, quedo integrado a la plazuela Rosales al cerrarse en ese tramo el carril de circulación de la calle Ángel Flores.

El catálogo de Monumentos y Fincas Históricas del INAH SINALOA lo considera de valor excepcional e Histórico a nivel local y nacional y por tanto está protegido por la leyes de la materia, sin embargo, amerita una resolución para rehabilitarlo y destinarlo a un uso más congruente con su historia.

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CASA DE LA CULTURA “MIGUEL TAMAYO ESPINOZA DE LOS MONTEROS”

Antes Casa de la familia Almada Calles.

Esta construcción se encuentra frente a la esquina suroeste de la Plazuela Rosales, en el cruce de la calle Ángel Flores, y avenida Teófilo Noris. Es otra de las obras emblemáticas del llamado Arquitecto de la Ciudad, Luis F. Molina, construida a fines de la década de los noventa del siglo XIX, como residencia de la familia Almada Salido. Don Jesús Almada, dueño del ingenio La Primavera de Navolato y otras propiedades de la ciudad de Culiacán fue su propietario. En 1925 se estableció en ella la Escuela Federal Tipo, por lo que se asegura que en esta residencia nació la educación federal en Sinaloa.

En 1928 pasó a ser propiedad del matrimonio formado por Jesús María Tarriba y doña Rosita Rodil. Posteriormente la recupera la familia Almada, por el hijo de don Jesús Almada, don Jorge Almada Salido casado con doña Alicia Calles, hija de quien fue presidente de la República el general Plutarco Elías Calles.

En el tiempo que la habitó la familia Almada Calles fue el centro de reuniones de grupos sociales altruistas que encabezaba doña Alicia, mujer de gran carisma impulsora de proyectos de asistencia social y filantrópicos.

Fueron famosos los bailes celebrados ahí, en ella se filmó la película Mariana, basada en un cuento de la escritora Inés Arredondo. La Universidad Autónoma de Sinaloa la adquirió en 1983 siendo rector el Ingeniero Jorge Medina Viedas, para ser la sede de la Casa de la Cultura; más tarde le impusieron el nombre de Miguel Tamayo Espinoza de los Monteros, en homenaje a la extraordinaria labor que realizo como promotor cultural y por muchos años Director de Extensión Cultural de la UAS.

GALERIA FRIDA KAHLO

Antigua casa de la familia Bátiz y Bátiz.

Está ubicado en la esquina formada por el cruce de la calle Ángel Flores y avenida Teófilo Noris, contra esquina de la Plazuela Rosales. A fines del siglo XIX y principios del XX, fue residencia de don Eduardo Bátiz y Bátiz, hermano de la esposa del gobernador del estado General Francisco Cañedo. También hermano de don Juan de Dios Bátiz y Bátiz, padre del Ingeniero. Juan de Dios Bátiz Paredes, fundador del Instituto Politécnico Nacional, y prestigiado revolucionario que acompañó al General Rafael Buelna Tenorio, conocido como “El Granito de Oro”, formado en las aulas del entonces Colegio Civil Rosales.

En un tiempo se le conoció como “La Casa Verde”. Aquí habitó el Ing. Enrique Peña Alcalde casado con doña Veneranda Bátiz Paredes, hermana del Ingeniero Juan de Dios Bátiz, primera mujer profesionista egresada de la hoy Universidad Autónoma de Sinaloa, como Química Farmacéutica. Son los padres de don Enrique Peña Bátiz, conocido como “El Gallo de Oro” quien protagonizó en Sinaloa el llamado “experimento democrático” al interior del Partido Revolucionario Institucional siendo gobernador del estado don Leopoldo Sánchez Celis, durante la justa electoral para elegir presidente municipal de Culiacán.

En 1998 el gobernador Ingeniero Renato vega Alvarado ordenó la compra de la finca a sus propietarios, familia de la historiadora Rina Cuéllar Zazueta, para donarla a la Universidad, restituyéndole esa instalación. Antes de la rehabilitación de la Plazuela Rosales la Galería Frida Kahlo ocupaba parte de un edificio de forma circular construido en la década de los años 60’s en la parte central de la Plazuela, exactamente en el lugar donde ahora se encuentra el quiosco; La librería universitaria y la Biblioteca tuvieron en este edificio su sede.

Hoy es una de las galerías de arte más prestigiadas de la ciudad donde permanentemente se presentan exposiciones de arte pictórico, se realizan eventos culturales y durante las fiestas de la Navidad y el Día de Muertos, conjuntamente con la Casa de la Cultura se muestran las ya famosas “instalaciones” de calaveras, ofrendas, altares y los nacimientos para celebrar la Navidad.

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