Llegó de niña entre los fundadores de Villa Juárez a un lugar que no le gustó, pero con el tiempo encontró la felicidad para terminar su vida con una gran familia.
Por: Juan Francisco Sotomayor
Llegó de niña entre los fundadores de Villa Juárez a un lugar que no le gustó, pero con el tiempo encontró la felicidad para terminar su vida con una gran familia.
Catalina Vega ya tenía 13 años de nacida viviendo en Las Cupías cuando todo el pueblo fue desalojado para dar paso a la construcción de la presa Sanalona, Así llegó a Villa Juárez por la Fuerza, y ahí murió por voluntad. Encontró el amor de su vida y procreó 14 hijos, se le recuerda entre las fundadoras del poblado.
Las Cupías estaba ubicado al pie de ese hermoso lugar que ahora llaman “Narnia” por los caminos de Imala, el pueblo se lo tragó el agua cuando se llenó por primera vez la presa Sanalona en el año de 1948.
En el terreno que su padre le dio junto al pantano construyó su casa. Con el paso de los años esa sería la calle principal y ahí enfrente instalarían la plazuela. Ahogada en buenos recuerdos nos contó que nunca se imaginó que aquel lugar tan solitario llegara a tener tanta vida.
Viendo la foto de sus hijos contaba con tanto entusiasmo que ese lugar que al principio era tan feo, llegó a parecerle tan bonito que ahí se quería morir.
A 75 años después que llegó por la fuerza, habiendo procreado una bonita familia, en Villa Juárez, Catalina Vega murió por voluntad. Por casi un siglo de atestiguar el nacimiento y desarrollo del poblado. Villa Juárez llora su partida. Se va otra de las fundadoras. Llegó por la fuerza, pero partió feliz.