Se han dado pasos importantes para ser más eficientes en el manejo del recurso agua. Falta más. Terco el muchacho. Insisto, debemos mirar a la sierra como la fuente generadora de riquezas en nuestra entidad.
Por: Dr. Xicoténcatl Vega Picos
Dr. Xicoténcatl Vega Picos | Letras de Vida
El recurso agua es fundamental para el desarrollo socioeconómico de cualquier país o región, tanto que hoy se considera estratégico. Vivimos tiempos de incertidumbre por lo que sucederá con este recurso natural, antaño considerado como renovable, pero que hoy se vuelve cada vez más escaso.
El agua, el preciado líquido que todos desperdiciamos, se convirtió en un actor relevante en la mitigación de la pobreza, tanto que es uno de los Objetivos para el Desarrollo Sustentable (Objetivo 6. Agua y Saneamiento). Los expertos lo dicen “si se tiene acceso a una fuente de agua de calidad pavimentas el camino para reducir el flagelo llamado pobreza”. Casi nada.
La pobreza va acompañada de otros lastres como lo es un servicio de recolección de basura inadecuado o deficiente, hacinamientos humanos en sitios vulnerables o inaccesibles, ausencia de drenaje, defecación al aire libre, agua escasa y de mala calidad para consumo o limpieza, todos ellos se convierten en vectores de enfermedades y más pobreza, limitando con ello el desarrollo pleno de sus capacidades.
Es innegable que se han realizado esfuerzos e invertido recursos económicos en el país en este rubro. Sin embargo, en el 2010 eran más de un millón de mexicanos sin acceso a servicios de drenaje y un millón 270 mil personas carecían del servicio de agua potable. Los números podrían ser “pocos” si consideramos la población total en el país, o si lo comparamos a nivel global en donde se superan los 783 millones sin acceso a este recurso natural, o uno de cuatro personas no toman agua de calidad o segura y 2 mil 500 millones de personas carecen o no tienen un servicio adecuado de drenaje, de esas más de 490 millones pueden defecar al aire libre (UN-Water, 2013).
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Son muchas las aristas que tiene la gestión del agua. Sin embargo, debemos de insistir en su valoración económica. El tener conocimiento de cuánto cuesta realmente este recurso agua permitirá dimensionar el tipo de gestión que se requiere. Quien conoce el valor del agua puede también controlar su uso y por tanto su manejo. Desconocer su importancia económica impide que las decisiones de su manejo, conservación y uso sean en beneficio de la comuna.
El Informe Mundial de las Naciones Unidas sobre el Desarrollo de los Recursos Hídricos 2021 indica la importancia de dicha valoración e incluye el cómo y qué rubros se deben de valorar, los cuales son: 1) valorar los recursos hídricos in situ y sus ecosistemas, la “infraestructura verde”; el 2, 3 y 4 se relaciona con la “infraestructura gris” 2) valorar la infraestructura hídrica, presas, plantas de tratamiento, uso y reúso y revisar su suministro; 3) valorar los servicios hídricos, aquellos relacionados con el agua potable, saneamiento y todo lo relacionado con la salud humana; 4) valorar el agua en la producción, actividades socioeconómicas, entre ellas la agricultura, energía e industria, empresas, empleos y otros más; 5) valores socio-culturales, incluyendo atributos recreativos, culturales y espirituales.
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Las noticias persisten se habla de una sequía que se extenderá en este año, que se requiere agua para el riego de algunos cultivos, también para consumo humano, se escribe del estado de las presas, de las que se construyeron en el sur, de la problemática en Mazatlán por la escasez y turbiedad del agua. En fin, una serie de notas relacionadas con el vital líquido que nos indican problemas.
No es con “mejoralitos” como saldremos del problema, no pensemos en “limpiar drenes y canales” el cómo daremos solución a la escasez de agua. Debemos de darle el justo valor, mirar a las cuencas hidrológicas en busca de la solución. Urge una “cirugía mayor”. Primero valoremos su importancia, a ponerle pesos y centavos, luego a poner esos pesos y centavos en programas que recuperen la “infraestructura verde”. Una cobertura forestal paliaría significativamente la problemática que actualmente padecemos.
<>Por otro lado, además de modernizar e innovar en la “infraestructura gris”, la capacitación es importante y rinde buenos dividendos. Estos datos son del 2011, llamarón mi atención por el elevado porcentaje de agua que se desperdicia o desperdiciaba. Los autores (Montiel et al 2019) mencionaron que el 90% de la superficie de riego cultivada en el país era por gravedad. Lo grave del riego por gravedad en aquel tiempo era que de cada 100 litros de agua que salía de las presas sólo 30 litros era aprovechado por las plantas, el resto se desperdicia. Dos de cada tres litros perdidos antes de llegar a la planta. La buena nueva fue que la tecnificación y la capacitación de los canaleros, entre otras cosas favoreció el ahorro de agua y todo esto ocurrió en Sinaloa.
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Se han dado pasos importantes para ser más eficientes en el manejo del recurso agua. Falta más. Terco el muchacho. Insisto, debemos mirar a la sierra como la fuente generadora de riquezas en nuestra entidad. Valorar su aporte es el primer paso a un manejo y conservación de un recurso natural renovable que en los últimos años nos ha mantenido en la zozobra por su ausencia.
Contacto: xicovegadirector@aaves.com.mx
Referencia:
Montiel Gutiérrez, M. A., Herrera Ponce, J. C., Ángeles Hernández, J. M. Castillo González, J., Flores Velázquez, J., Quevedo Tiznado. J. A. y Fuentes Ruiz, C. 2019. Coordinación y seguimiento de la componente Riego por Gravedad Tecnificado (RIGRAT) en 31,000 ha de los estados de Sinaloa y Nayarit. Quinto Congreso Nacional de Riego y Drenaje. COMEII-AURPAES 2019.