Un estudio de la ONUDD reveló que 228 millones de personas consumieron cannabis en 2022, situándola como la droga más popular en todo el mundo
Por: Raúl Durán
El cannabis es la droga más popular en todo el mundo, con 228 millones de consumidores tan sólo en 2022, según reveló el informe mundial sobre las drogas de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (ONUDD), que además indica sus posibles riesgos para salud mental de quienes utilizan esta sustancia.
La ONUDD realizó una encuesta a personas de 15 a 64 años de edad en 29 países, donde 228 millones de personas afirmaron haber consumido cannabis al menos una vez durante los 12 meses previos.
Un dato que reveló el estudio y ha llamado la atención es el aumento de la proporción de personas que sufren trastornos psiquiátricos y suicidios asociados con el consumo regular de cannabis, al igual que el número de ingresos a hospitales por trastornos relacionados con el consumo de esta droga.
Las 5 drogas más consumidas en el mundo
La segunda droga más consumida en el mundo fueron los opioides, donde figuran sustancias como la heroína, el opio y la morfina, con 60 millones de personas que la consumieron con fines no médicos en 2022.
A su vez, el estudio reveló que la tercera droga más popular en el planeta son las anfetaminas, con 30 millones de consumidores, mientras que la cocaína tuvo el cuarto lugar con 23 millones de usuarios, y el éxtasis en quinto, con 20 millones.
De acuerdo con sus datos, la dependencia de la ONU destacó que la cocaína atraviesa una producción en "máximos históricos", con un particular "aumento en América Latina, junto con el consumo de drogas y la expansión de los mercados en Europa, África y Asia".
De igual manera, alertó que el consumo de drogas representa un peligro para la salud y la salud mental de quienes la utilizan, especialmente durante la primera etapa de la adolescencia.
Por otra parte, la ONUDD señaló que el consumo de drogas ilícitas está relacionado con la violencia y otras formas de crimen.
"Las drogas alimentan y prolongan los conflictos, y sus efectos desestabilizadores, así como su costo social y económico, obstaculizan el desarrollo sostenible", apunta el estudio.