¿Qué significa que el año termine en domingo?

Que un año termine en domingo puede ser un hecho significativo para muchas personas

Por: Raúl Durán

Cuando un año termina en domingo, puede parecer una simple curiosidad del calendario, pero para algunas personas este hecho tiene un significado especial, pues se trata de una de las festividades más esperadas cada año.

Primero, es importante entender que si el 31 de diciembre cae en domingo, el primer día del año siguiente, 1 de enero, será lunes, que también marca el inicio de la semana, por lo que muchas personas pueden interpretar que un año que comienza en lunes representa un nuevo comienzo con mayor fuerza.

Un nuevo comienzo

Por otra parte, es habitual que las familias y seres queridos se reúnan la noche del 31 de diciembre para recibir el Año Nuevo celebrando, por lo que un 1 de enero en lunes puede llegar a afectar la planificación de eventos y reuniones por los compromisos laborales.

En términos astrológicos y numerológicos, algunos creen que la energía de un año que termina en domingo puede ser especial. El domingo está asociado con el sol, simbolizando nuevos comienzos y renovación. Esto puede ser interpretado como un buen augurio para el año siguiente

Teorías de TikTok

Recordemos que el 2023 fue un año que terminó en domingo, por lo que desde semanas previas comenzaron a viralizarse en TikTok una serie de supuestas teorías al respecto. Una de las teorías que cobró más popularidad anticipaba eventos catastróficos para el 2024, como el supuesto surgimiento de una nueva pandemia, desastres naturales y más.

La raíz de esta teoría estaba asociada con el último día de 2019, que fue un viernes, como antesala al inicio de la pandemia de Covid-19.

Sin embargo, es importante aclarar que este tipo de teorías carecen de base científica, pues no hay ninguna evidencia que respalde estas afirmaciones, ya que las pandemias y demás eventos catastróficos no están vinculados con las fechas.

En conclusión, que un año termine en domingo no tiene ningún significado en sí, salvo la manera en que influya en cómo las personas celebran el 31 de diciembre, especialmente quienes acostumbran hacer propósitos y piensan en el Año Nuevo como la oportunidad de un nuevo comienzo.