El inusual hecho no ocurría desde por lo menos hace 30 años
Por: Jomar Osuna
El desierto del Sahara, el más grande del mundo y que ocupa un tercio del continente africano, registró niveles de lluvia atípicos entre el 7 y 8 de septiembre pasado, debido a un ciclón extratropical que generó precipitaciones históricas en la ya famosa región desértica.
Estas lluvias, que afectaron principalmente a Marruecos, Argelia, Túnez y Libia, inundaron amplias zonas del desierto, un evento que no se había observado en los últimos 50 años.
200 milímetros de lluvia
Según un análisis preliminar de la NASA, la acumulación de agua durante estos días superó los 200 milímetros por metro cúbico, equivalente a la cantidad promedio de precipitaciones que recibe el desierto en todo un año.
Este fenómeno contribuyó a la recuperación de varios cuerpos de agua en la región, además de aliviar los efectos de la sequía en algunas zonas.
Imágenes inusuales
Las imágenes satelitales revelaron un inusual verdor en grandes franjas del Sahara, conforme las tormentas avanzaban hacia el norte más allá de lo habitual, lo que algunos estudios relacionan con el cambio climático.
A pesar de que el Sahara recibe lluvias esporádicas, con solo unos pocos centímetros al año, es raro que estas precipitaciones se presenten a finales del verano boreal.
La agencia meteorológica de Marruecos confirmó que la última vez que se registró un evento de lluvias tan intensas fue hace entre 30 y 50 años.
En redes sociales, las imágenes de las dunas rodeadas por las inundaciones se virilizaron, mostrando el impacto de este fenómeno climático en una de las regiones más áridas del planeta.
Además de llenar los cuerpos de agua intermitentes, ha permitido que la vegetación florezca temporalmente en zonas donde la vida vegetal es extremadamente escasa. Esto podría tener beneficios a corto plazo para las comunidades locales que dependen de los escasos recursos hídricos del desierto.