Cantos para arrullar al niño Dios en Nochebuena: una tradición llena de amor y ternura

Te compartimos algunos de los cantos para arrullar al niño Dios, los cuales se acostumbran decir durante la Nochebuena en familia

Por: Raúl Durán

Los cantos para arrullar al Niño Dios son una de las tradiciones más entrañables que se llevan a cabo durante la víspera de Navidad, en Nochebuena. Estas canciones, que se cantan frente al pesebre que simboliza el nacimiento de Jesús, tienen como propósito expresar sentimientos de amor, paz y ternura.

Inspirados en melodías suaves y letras llenas de cariño, los cantos para arrullar al Niño Dios están pensados para “arrullar”, es decir, tranquilizar y brindar calma, evocando las canciones que se usan para dormir a los bebés.

Estas canciones no solo son un homenaje al momento sagrado del nacimiento de Cristo, sino que también representan la alegría y esperanza que su llegada trajo al mundo. A menudo, las familias se reúnen alrededor del pesebre para cantar juntas, creando un ambiente de unidad y espiritualidad que refuerza los valores de la temporada navideña.

Duérmete, Niño

A la rorro Niño, a la rorro ro, duérmete Mi Niño, duérmete mi amor, a la rorro Niño, a la rorro ro,que viniste al mundo sólo por mi amor.

Esos tus ojitos ya los vas cerrando,

pero estas mirando todos mis delitos.

A la rorro Niño, a la rorro ro, duérmete Mi Niño, duérmete mi amor, a la rorro Niño, a la rorro ro, que viniste al mundo sólo por mi amor.

Por cuna te ofrezco mi fiel corazón,

pues no lo merezco, te pido perdón.

A la rorro Niño, a la rorro ro, duérmete Mi Niño, duérmete mi amor, a la rorro Niño, a la rorro ro, que viniste al mundo sólo por mi amor.

Quisiste por nombre llamarte Jesús:

como padre amante tú me diste luz.

A la rorro Niño, a la rorro ro, duérmete Mi Niño, duérmete mi amor, a la rorro Niño, a la rorro ro, que viniste al mundo sólo por mi amor.

En el crudo invierno Mi Dios y Señor

que sufres alegre del frío y su rigor.

A la rorro Niño, a la rorro ro, duérmete Mi Niño, duérmete mi amor, a la rorro Niño, a la rorro ro, que viniste al mundo sólo por mi amor.

La gloria te cantan angélicas voces para que te duermas y del sueño goces

A la rorro Niño, a la rorro ro, duérmete Mi Niño, duérmete mi amor, a la rorro Niño, a la rorro ro, que viniste al mundo sólo por mi amor.

Es tradición cantar estas canciones frente al pesebre durante la Nochebuena. Foto: Pixabay

Campana sobre campana

Campana sobre campana,

y sobre campana una,

asómate a esa ventana,

verás al Niño en la cuna.

Belén, campanas de Belén,

que los ángeles tocan,

¿qué nueva me traéis?

Recogido tu rebaño

a dónde vas pastorcillo?

Voy a llevar al portal

requesón, manteca y vino.

Belén, campanas de Belén,

que los ángeles tocan,

¿qué nueva me traéis?

Campana sobre campana,

y sobre campana dos,

¿donde irán esos camellos

que no se oye su motor?

Belén, campanas de Belén,

que los ángeles tocan,

¿qué nueva me traéis?

Campana sobre campana,

y sobre campana tres,

en una cruz a esta hora

el Niño va a padecer.

Belén, campanas de Belén,

que los ángeles tocan,

¿qué nueva me traéis?

Campana sobre campana,

y sobre campana cuatro,

María, Maria ven

que el Niño se está muriendo.

Belén, campanas de Belén,

que los ángeles tocan,

¿qué nueva me traéis?

Campana sobre campana,

y sobre campana cinco,

los pañales que le pongo

son de lino y de olivo.

Belén, campanas de Belén,

que los ángeles tocan,

¿qué nueva me traéis?

Campana sobre campana,

y sobre campana seis,

allí midiendo estaturas

José ciego de un ojo es.

Belén, campanas de Belén,

que los ángeles tocan,

¿qué nueva me traéis?

Campana sobre campana,

y sobre campana siete,

el chiquillo ya ha nacido

y María es toda siete.

Belén, campanas de Belén,

que los ángeles tocan,

¿qué nueva me traéis?

Letanía para pedir posada

Peregrinos:

En el nombre del cielo

os pido posada,

pues no puede andar

mi esposa amada.

Posaderos:

Aquí no es mesón,

sigan adelante.

Yo no puedo abrir,

no sea algún tunante.

Peregrinos:

No seas inhumano,

tennos caridad,

que el Dios de los cielos

te los premiará.

Posaderos:

Ya se pueden ir

y no molestar,

porque si me enfado

os voy a apalear.

Peregrinos:

Venimos rendidos

desde Nazaret,

yo soy carpintero

de nombre José.

Posaderos:

No me importa el nombre,

déjenme dormir,

pues yo ya les digo

que no hemos de abrir.

Peregrinos:

Posada te pide,

amado casero,

por solo una noche

la reina del cielo.

Posaderos:

Pues si es una reina

quien lo solicita,

¿cómo es que de noche

anda tan solita?

Peregrinos:

Mi esposa es María,

es reina del cielo,

y madre va a ser

del Divino Verbo.

Posaderos:

¿Eres tú José?

¿Tu esposa es María?

Entren peregrinos,

no los conocía.

Peregrinos:

Dios pague, señores,

vuestra caridad,

y que os colme el cielo

de felicidad.

Todos:

¡Dichosa la casa

que abriga este día

a la Virgen pura,

la hermosa María!

(Los posaderos abren la puerta y dejan entrar a los peregrinos)

¡Entren santos peregrinos,

reciban este rincón,

que aunque es pobre la morada,

os la doy de corazón!

¡Cantemos con alegría

todos al considerar

que Jesús, José y María

nos vienen a visitar!

Los cantos para arrullar al Niño Dios son una parte esencial de las tradiciones navideñas en muchas familias. A través de estas melodías llenas de amor y fe, se busca no solo rendir homenaje al nacimiento de Jesús, sino también crear momentos significativos de unión familiar y espiritualidad. Estas canciones son un recordatorio de la alegría, la paz y la esperanza que representa la Navidad.