El fotógrafo José Alfredo Juárez presenta ‘Furia y Esperanza’ en el Museo de Historia Regional de Sinaloa, una exposición impactante que captura la belleza de las tormentas
Por: Francisco Castro
Desde hoy y hasta el próximo 25 de abril, el Museo de Historia Regional de Sinaloa abre sus puertas a una exposición fotográfica que captura la majestuosidad de la naturaleza en su estado más salvaje y sublime.
"Furia y Esperanza: La belleza en el caos, la luz tras la tempestad" es el nombre de la muestra fotográfica de José Alfredo Juárez Vega, un apasionado cazador de tormentas que ha dedicado los últimos años de su vida a documentar los fenómenos meteorológicos de Sinaloa con una mirada única y profundamente artística.
El origen de una pasión
Desde su infancia, José Alfredo ha estado rodeado de cámaras y una fascinación por la fotografía.
"Desde chavo siempre hubo cámaras en mi casa, pero yo tomaba fotos de turista, capturando atardeceres y paisajes bonitos sin mayor intención", comenta.
Sin embargo, en 2020, en plena pandemia, su enfoque cambió radicalmente tras un evento que marcó su vida: la caza del cometa NEOWISE.
"Veía fotos impresionantes del cometa en otras partes del mundo y quise capturarlo en Sinaloa. Fueron seis días de viajes por carretera, con radar en mano y el apoyo de meteorólogos, buscando un cielo despejado".
Al final, lo encontró en una playa de Navolato. "Estar ahí, de noche, rodeado por el mar, la brisa y el cielo estrellado, me hizo darme cuenta de que esto era lo que quería hacer el resto de mi vida", recuerda con emoción.
Documentar lo indocumentado
A partir de ese momento, Alfredo Juárez se propuso capturar la belleza y el poder de las tormentas sinaloenses, un fenómeno poco documentado a pesar de su fuerza.
"En Arizona existe toda una cultura de cazadores de tormentas, con gente fotografiando nubes y rayos en carretera. En Sinaloa, aunque las tormentas pueden ser incluso más poderosas, nadie lo estaba haciendo", explica.
Su labor no solo tiene un valor artístico, también tiene valor científico e histórico. Entre sus logros más destacados está la primera fotografía de una supercelda en Sinaloa y la captura de un “blue jets”, una descarga eléctrica que emerge de la nube hacia la estratosfera.
"Son fenómenos de una energía inmensa, y tener la oportunidad de documentarlos es algo que me motiva profundamente", agrega.
El proceso de cazar tormentas
Ser cazador de tormentas no es tarea fácil, y así lo confirma Alfredo para Tus Buenas Noticias: "Primero reviso radares y modelos meteorológicos para predecir dónde se formarán las tormentas. Algunas nacen en Nayarit y suben por la costa, otras se forman en Durango y bajan hacia Culiacán", explica.
Luego viene la decisión clave: "Hay quienes prefieren estar dentro de la tormenta para sentirla. Yo prefiero estar afuera para fotografiar su estructura y el paisaje que genera".
A veces, el llamado de la tormenta llega en los momentos más inesperados. "Una de mis mejores fotos fue una que casi no tomé. Eran las 11:30 de la noche y ya estaba acostado cuando un amigo me avisó que había una tormenta al norte de Culiacán".
Afirma que esa noche pudo quedarse en la cama, pero decidió salir rápido con su cámara. "Fue una decisión de segundos, y capturé un fotón", dice con una sonrisa.
Furia y esperanza: una exposición en tres actos
La exposición está dividida en tres actos, cada uno reflejando una fase del ciclo de la tormenta:
- Presagio: Fotografías que capturan la aproximación de la tormenta, con nubes monumentales y un aire de inminencia.
- Furia: El corazón de la tormenta, con descargas eléctricas y el despliegue total del monzón sinaloense.
- Esperanza: La calma tras la tempestad, con atardeceres, arcoíris y paisajes restaurados.
"El título de la exposición no solo habla del clima, también habla de la vida misma. Vivimos tiempos turbulentos, pero siempre después de la tormenta viene algo bello", reflexiona el fotógrafo sinaloense.
Una aventura en familia
Lo que comenzó como una pasión personal, ahora es también una actividad familiar. "Mi hijo de cuatro años me acompaña en las cacerías de tormentas desde que tenía dos años. Es mi compañero de aventura", comenta con orgullo.
Además de tormentas, su proyecto "Cazando Cielos" incluye la fotografía de cielos estrellados y paisajes de Sinaloa que pocos han tenido la oportunidad de ver. "He descubierto lugares increíbles que ni siquiera sabía que existían", admite.
Una muestra imperdible
"Furia y Esperanza" es más que una exposición fotográfica; es una invitación a maravillarse con la naturaleza y a reflexionar sobre la belleza que puede surgir del caos. Para los amantes de la fotografía, la meteorología y la aventura, esta exposición es una cita obligada.
El Museo de Historia Regional de Sinaloa la albergará hasta el 25 de abril. La entrada es libre y el público tendrá la oportunidad de conocer de cerca la obra de un hombre que ha hecho de la tormenta su musa y del cielo su lienzo.