Este ciclo anual de transformación floral en Paseo de la Reforma no solo embellece la ciudad, sino que también sirve como un recordatorio tangible de la conexión entre la naturaleza y la planificación urbana,
Por: Uriel Santiago Joffre Sánchez,
A lo largo del majestuoso Paseo de la Reforma en la Ciudad de México, una transformación silenciosa pero impactante se lleva a cabo con cada cambio de estación. Este fenómeno no es otro que el cuidadoso y planificado cambio de las flores que adornan los camellones, una iniciativa llevada a cabo por el gobierno local para reflejar la belleza y la diversidad de cada época del año.
La primavera, con su explosión de colores y renacimiento, da la bienvenida a las calles de Reforma con una paleta vibrante de tulipanes, narcisos y lirios. Los tonos brillantes y frescos invitan a los transeúntes a disfrutar de la vitalidad que la temporada trae consigo.
Este cambio floral no solo es estético, sino que también simboliza la renovación y la esperanza que la primavera representa. Además, el camellón se tiñe de morado gracias a las majestuosas jacarandas que añaden su toque único a la escena.
A medida que el calor del verano se instala, las flores en Reforma adoptan una apariencia más resistente y tropical. Mariposas y abejas revolotean alrededor de las exuberantes bugambilias, hibiscos y buganvillas que pintan los camellones con sus colores intensos. Es un reflejo visual del ambiente cálido y alegre que caracteriza a la temporada estival.
Con la llegada del otoño, el gobierno transforma la avenida en un tapiz de tonos cálidos y terrosos. Girasoles, crisantemos y dalias sustituyen las flores de la temporada anterior, capturando la esencia de la caída. De octubre a noviembre, el camellón se llena de la vibrante flor de cempasúchil, rindiendo homenaje a la tradición mexicana del Día de los Muertos.
Finalmente, el invierno tiñe Reforma con la elegancia de las flores de temporada, las nochebuenas colorean el camellón con tonalidades carmesí, creando un paisaje invernal encantador. Este cambio no solo añade un toque festivo a la ciudad, sino que también demuestra el compromiso del gobierno con la estética y la armonía visual en sus espacios públicos.
Este ciclo anual de transformación floral en Paseo de la Reforma no solo embellece la ciudad, sino que también sirve como un recordatorio tangible de la conexión entre la naturaleza y la planificación urbana, demostrando que la atención a los detalles puede hacer que una simple avenida se convierta en un lienzo en constante cambio.
Lee también: 'Turisteando' en CDMX: Plan por el Ángel de la IndependenciaLee también: New year, new me: Baja de peso mientras te diviertes en Jumping CDMXLee también: El cacomixtle: Residentes nocturnos en la Ciudad de México