Por: Juan Pablo Casanova
Hoy quise escribir un testimonio de un amigo, que a la vez es asegurado mío, con el cual tuve la oportunidad de sentarnos a platicar sobre temas como los seguros, las finanzas, el manejo del dinero y el ahorro. Realmente me sorprendió su disciplina y sus buenos hábitos que desde muy joven comenzó.
Este amigo que esta en sus 40s, empezó sus ahorros desde que salió de la carrera profesional y comenzó a trabajar, destinando una parte de sus ingresos al ahorro. Hablamos muchos temas de dinero, pero me enfocaré más en los seguros de ahorro como dotales y segubecas que fue comprando desde muy joven, y como con la terminación del plazo de algunos dotales que empezó aproximadamente hace 15 años, ha podido hacerse de inversiones como bienes raíces, o planear viajes y eventos familiares.
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En un momento de la plática hasta se cuestionó si su manera de pensar y actuar en relación a estos ahorros y contratación de seguros no era la manera más adecuada de sacarle provecho al dinero. Pero en base a los resultados que ha tenido, a lo que al día de hoy ha tenido oportunidad de adquirir gracias a esos planes de ahorro que contrató desde tan temprana edad, me queda claro que es un buen ejemplo de que los seguros de ahorro si funcionan.
El problema a veces suele ser que relacionamos a los seguros con frases o ideas negativas, y que creemos que no van a servir al final del día o cuando ocupemos usarlos. También comparamos estos instrumentos de ahorro con instrumentos de inversión, y son dos cosas muy distintas. Pero testimonios como este, que no es necesariamente la familia agradecida con la aseguradora porque al fallecer su familiar les pago el seguro de vida. Es un caso de una persona en sus 40s, con aproximadamente 15 a 18 años trabajando de manera profesional, que ha podido alcanzar y realizar varios sueños a tan temprana edad, por el hecho de siempre haber pensado en su futuro YO, y separar una parte de sus ingresos para el futuro.
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Esta persona que les digo, aún tiene unos seguros contratados que cobrará cuando sus hijos alcancen la edad de los seguros educacionales, y ha pensado en contratar más seguros de vida y ahorro para su futuro a 15 y 20 años.