Por: Jacqueline Sánchez Osuna
Cualquier agresión u omisión intencional física, psicológica o negligente en contra de un niño eso es violencia infantil.
Existen algunos factores de riesgo para que un niño sea víctima de violencia. Pueden ser a nivel individual, familiar o social e influyen en la probabilidad de que este tipo de maltrato se repita o se detenga.
Los niños más propensos a sufrir de mal trato son los menores de cuatro años de edad y adolescentes. El hecho de no ser deseados o no cumplir con las expectativas de los padres, tener necesidades especiales o por el simple hecho de ser niñas.
La violencia no es nada nuevo, sin embargo, sí es posible interrumpir el ciclo de violencia contra los niños.
Tus hijos son los más importante en la vida. Trabaja junto con ellos para evitar ser ese generador de violencia que en lugar de brindarles confianza, les genera temor.
Para prevenir la violencia infantil se necesita:
1.- Ser paciente con los niños.
A veces puede ser un desafío educar a los hijos. Se necesita de paciencia y amor para evitar ejercer violencia física o psicológica sobre ellos.
2.- Pedir ayuda.
Si el trato con tus hijos es demasiado estresante para ti, se vale pedir ayuda. Acércate a los especialistas y solicita ayuda para poder entender y educar a tu hijo.
3.- Trabajar en equipo.
Educar a un niño por sí solo es complicado. Se necesitar armar un equipo de acción. Juntos en pareja, o con la ayuda de algún familiar pueden trabajar en equipo con su maestro de la escuela para ayudar a mejorar algunas actitudes del niño.
Ejercer violencia puede ser un desahogo de unos minutos, pero el cargo de conciencia por golpear o maltratar a tus hijos, es incomparable.
Mejor sé paciente. Trabaja para ser la persona ideal con quien tus hijos se sientan protegidos y seguros.
No tienen mejor refugio que en los brazos de sus padres.