El respeto a las personas mayores: Un valor por fomentar

Por: Víctor Pérez

Culiacán, Sinaloa.- El pasado 2 de noviembre, cuya fecha nos remite a la celebración o recordatorio de los “fieles difuntos” o el día de “todos los santos”, es una fecha ligada con el valor del respeto y honor a quienes nos antecedieron, es decir, a nuestros familiares mayores.

De ahí la importancia, de esta fecha. No solamente es recordar, a familiares fallecidos –y el vacío emocional, físico y sentimental- que ello conlleva, es o debiera ser una fecha que enseña a las nuevas generaciones, que el honrar –respetar- a las personas mayores –especialmente a las cercanas, ya sea de manera filial o sentimental- es un valor fundamental para el sano desarrollo
social en nuestra comunidad.

No se discute o cuestiona tal actitud ante nuestros padres, especialmente a la madre, que en nuestra cultura existe una exacerbación por tal figura en la estructura familiar. Sino también, por las demás figuras adultas o mayores, que se involucran en la formación y crecimiento de las nuevas generaciones, como lo son los demás familiares y amigos.

Hoy en día, pereciera que nuestras nuevas generaciones se empeñan en olvidarse de tal valor, y se refleja, en la depreciación o nula apreciación de figuras de autoridad como lo son los profesores o simplemente cualquier persona en la calle, en el supermercado, en el banco o en las áreas comunes como en el transporte público. En otras palabras “ya no hay respeto a las
canas”.

Un simple ejemplo de esto, pasa muy frecuentemente en el transporte público. Cuando sube una señora o señor mayores, se encuentran con la indiferencia de otras personas –más jóvenes- y no les ceden el asiento, o simplemente, el chofer del camión va tan absorto en cumplir su ruta –en tiempo, pero no en forma- que arranca de manera agresiva, sin importar la seguridad del pasaje, en especial de las personas mayores.

Como este, hay miles de ejemplos, desde el responder agresivamente a las personas mayores, hasta la más infame de todas, que es el abandono de los hijos hacia los padres –en estado de absoluta vulnerabilidad emocional y física-

La reflexión de hoy, es que enseñemos –con nuestro ejemplo- a las nuevas generaciones a ser empáticos, cordiales, pero sobretodo serviciales y respetuosos a toda persona mayor, porque como dijo mi padre: “Así como te veo fui, y así como me ves, te verás”.

Gracias.