Enrique Riveros, presidente de la AARC, admite que una forma de conservar la mano de obra agrícola es atendiendo sus necesidades, y así lo hacen en Culiacán
Por: Francisco Castro
La escasez de mano de obra en los campos agrícolas de Culiacán es una preocupación creciente para los productores locales, quienes cada año enfrentan mayores dificultades para contar con jornaleros suficientes.
Enrique Riveros Echavarría, presidente de la Asociación de Agricultores del Río Culiacán (AARC), explicó las razones detrás de esta disminución y cómo ha afectado la dinámica del campo.
La disminución de jornaleros en los campos agrícolas de Culiacán
Según Riveros, la mano de obra en los campos agrícolas de Culiacán ha ido disminuyendo año tras año, y varios factores están influyendo en esta tendencia.
Uno de los principales motivos es la falta de interés de los trabajadores por acudir a las zonas rurales, un fenómeno que ha sido más evidente en los últimos cinco o diez años.
“Cada año tenemos menos personal que el anterior. Esto se debe, en parte, al miedo de algunos jornaleros a acudir a trabajar, pero también a una falta de atracción por el trabajo agrícola, lo que ha hecho que muchos busquen otras oportunidades”, comentó el presidente de la AARC.
Riveros Echavarría agregó que, a pesar de este descenso en la cantidad de trabajadores, los productores han tenido que adaptarse a trabajar con menos personal, lo que ha implicado un proceso de mayor eficiencia en el campo.
Sin embargo, esta eficiencia también ha traído como consecuencia la reducción de empleos, lo que afecta directamente a los jornaleros que dependen del trabajo agrícola.
La dignificación del trabajo agrícola
El dirigente destacó que uno de los factores que influye en la baja presencia de mano de obra agrícola es la percepción social del trabajo en el campo. Según Riveros, muchos jóvenes y trabajadores ven estas actividades como de bajo nivel, a pesar de que las labores agrícolas ofrecen remuneraciones competitivas.
“Cada vez hay menos interés, especialmente entre los jóvenes, que prefieren optar por trabajos en otros sectores. Esto se debe, en gran parte, a la falta de dignificación del trabajo en el campo”, señaló.
Además, mencionó que las políticas públicas y los programas sociales, en algunos casos, no ayudan a revertir esta tendencia.
“Hay quienes argumentan que los programas sociales están incentivando a las personas a quedarse en sus lugares de origen, lo que limita su movilidad y la posibilidad de acceder a mejores remuneraciones en otros estados o en el extranjero”, explicó.
La competencia con Estados Unidos y la fuga de trabajadores
Otra de las razones que menciona Riveros es la competencia con Estados Unidos y Canadá, donde muchos jornaleros optan por trabajar debido a las mejores condiciones salariales y de vida.
Las visas temporales que ofrecen las autoridades estadounidenses y canadienses para trabajadores agrícolas han generado una fuga de mano de obra hacia el norte, lo que agrava aún más la situación en los campos de Culiacán y en general de Sinaloa.
Mejorando las condiciones laborales en los campos agrícolas
A pesar de estos desafíos, Enrique Riveros subraya que las condiciones laborales en los campos agrícolas de Culiacán, especialmente en los campos de los asociados de la AARC, son superiores a las de muchas otras regiones del país.
“Las condiciones laborales en los campos agrícolas de nuestra zona están entre las mejores de México. No estamos en la gloria, pero estamos muy por encima de otros lugares”, aseguró.
El presidente de la AARC explicó que, aunque aún hay áreas de mejora, las condiciones para los jornaleros en esta zona son mucho mejores que en otras partes del país.
Sin embargo, enfatizó la necesidad de escuchar a los trabajadores para conocer sus verdaderas preocupaciones y adaptarse a sus necesidades, con el fin de mejorar tanto las condiciones laborales como el interés por el trabajo agrícola.
Un camino hacia la solución
El también empresario agrícola admitió que la situación de escasez de mano de obra agrícola es compleja, pero añadió que los productores de Culiacán siguen buscando soluciones que ayuden a frenar esta disminución.
“Estamos tratando de resolverle sus problemas, así hemos estado trabajando, hay que preguntarles qué es lo que requieren y tratar de adecuarnos a eso”, concluyó Enrique Riveros.