José Eliseo Angulo Cristerna, es un comerciante de calle que nunca se rinde; a lo largo de sus 74 años, ha enfrentado adversidades extremas con valentía
Por: Juan Madrigal
Culiacán, Sinaloa.- José Eliseo Angulo Cristerna es mucho más que un comerciante conocido en la capital sinaloense; es un símbolo de tenacidad y fe inquebrantable.
A lo largo de sus 74 años, ha enfrentado adversidades que habrían derrumbado a muchos, desde una infancia dura hasta desafíos de salud que amenazaron con cambiar su vida para siempre. Sin embargo, cada obstáculo ha sido una oportunidad para demostrar su espíritu invencible.
De una infancia dura a un negocio próspero
Nacido en Villa Unión, la segunda población más importante del municipio de Mazatlán, José Eliseo trabajó desde los seis años en el corte de caña, bajo la supervisión de su padre. Aunque no asistió a la escuela formal, una maestra de gran corazón, le enseñó a escribir.
“Mi papá era el encargado de una cuadrilla de cortar caña, yo no hachaba, solo hacía las brazadas, tenía como seis o siete años. No fui a la escuela, nos daba clases una maestra comadre de mi mamá, la señora Dosantes, quien daba clases en la mañana y después del mediodía mi madre iba a su casa hacerle el negocio, para que ella nos enseñara al menos saber escribir nuestro nombre”, recordó el vecino de la colonia Guadalupe Victoria.
La vida no fue fácil para José Eliseo. A los 11 años, falleció su madre y por problemas con un familiar huyó de su casa, enfrentándose a la incertidumbre y trabajando en diversos lugares, desde la pizca de algodón en Guasave. Además, por más de 20 años, se dedicó a la labor de cobrador en Culiacán.
José Eliseo: Símbolo de tenacidad y fe inquebrantable
Su dedicación y excelente atención al cliente lo llevaron a trabajar para empresas como Philips y Unión de Tierra Blanca, esta última le brindó un apoyo invaluable cuando sufrió un accidente automovilístico en 1981 que casi le costó la vida.
“Del mismo golpe tuve una inflamación, que no me permitía ver. Hasta las orejas quedaron en la bolsa de la camisa. Sentía como se trajera un casco de cemento en la cabeza. Siempre le pedía a Dios que no me dejara ciego. Gracias a Dios logré librarla”, manifestó el señor de 74 años.
A lo largo de su vida, José Eliseo ha demostrado una capacidad increíble para adaptarse y seguir adelante. Después de dedicarse por un tiempo a la recolección de fierro viejo, hace más de 30 años decidió emprender su propio negocio, vendiendo rines, llantas y herramientas.
“Muchas personas me conocen como Don Rines, porque por muchos años he sido un referente en la comercialización de rines en Culiacán”, expresó José Eliseo.
Angulo Cristerna, trae a su memoria, como inició el negocio, sobre la avenida Revolución, en un punto donde solo duró un par de años, pero desde hace más de 25 años, la zona donde oferta sus productos es sobre la misma avenida, esquina con la calle José Vasconcelos en la colonia Emiliano Zapata.
Hace dos años, la vida le puso otro obstáculo: fue diagnosticado con trombosis en la pierna izquierda. A pesar de la gravedad de su condición, José Eliseo se negó a que le amputaran la pierna.
“Cuando me detectaron que tenía trombosis, los médicos en el Hospital Civil, querían amputarme la pierna, pero yo siempre me negué, porque siempre le he pedido a Dios, que me lleve, así como me trajo a este mundo. Dios me escuchó y me puso en el camino a una persona que hacía más 50 años no la miraba”, declaró el adulto mayor.
José Eliseo, tras su negación, su familia lo trasladó al Hospital General, donde duró tres meses internado; nosocomio donde se reencontró con un doctor, que le tocó conocer cuando el reconocido profesional era un niño.
“Estaba en el General, cuando el doctor Rafael me reconoció, y me dice que tienes “buenas”, porque cuando yo era cobrador, para no equivocarme en el saludo si eran buenos días o tardes, solo llegaba y decía buenas. Razón por la que él cada vez que me miraba, decía ahí viene el buenas”, recordó el adulto mayor, quien además indicó que le explicó su situación y después de varios estudios, Rafael, le realizó la primera operación y evitó que le emputaran la extremidad.
“Estoy muy agradecido con Rafael, es un doctor muy competente. Gracias a él, no me mocharon la pierna”, expresó José Eliseo, mientras sus ojos se humedecían de lágrimas.
Comerciante con un espíritu invencible
Aunque su enfermedad ha afectado su negocio, José Eliseo sigue adelante con fe y determinación. Con su remolque y su camioneta Ford 65, estacionados en la avenida Revolución esquina con José Vasconcelos en la colonia Zapata, sigue ofertando su mercancía, confiando en que pronto superará esta difícil etapa.
“Ahorita andamos escaso de mercancía, porque todo lo que agarro de las ventas lo gasto en los medicamentos, pero antes de enfermarme aquí había de todo. Tengo mucha fe, que voy a salir de esta situación, porque Dios nunca me ha abandonado en los peores momentos de mi vida,” afirmó con esperanza.
Los clientes apoyan a “Don Rines”, en bajar la mercancía, el solo les indica donde está el producto que quieren adquirir. “Debo cuidarme mucho. El doctor me dijo que tuviera mucho cuidado, porque si un rin me llega a caer en el pie enfermo, ese golpe puede causar una inflamación y todo el progreso logrado podría empeorar", manifestó.
A pesar de los reveses, José Eliseo continúa con su negocio, mostrando al mundo que la vida no se define por los golpes que recibimos, sino por cómo los enfrentamos. Su compromiso con su trabajo, su fe en Dios y su esperanza de superar cualquier adversidad son una fuente de inspiración para todos los que tienen el privilegio de conocerlo.
En cada sonrisa, saludo y espacio de su remolque y su valiosa camioneta sobre la avenida Revolución, en la colonia Zapata, José Eliseo Angulo Cristerna deja una marca perdurable de esperanza y resiliencia. Su legado no solo está en los rines que vende, sino en la forma en que vive su vida: con coraje, gratitud y una fe irrompible en el futuro.
Interesados en el traspaso del negocio de José Eliseo, pueden comunicarse al teléfono: 6673 89 32 94.