Clemente Corrales, el hombre que endulza la vida con delicioso pan a bordo de un triciclo en Culiacán

Con 25 años recorriendo las calles de Culiacán, Clemente Corrales Sandoval muestra que el éxito se construye con trabajo honrado, educación y un corazón generoso y asegura que, con esfuerzo y pasión, todo se puede lograr

Por: Juan Madrigal

Culiacán, Sinaloa.- Por más de 25 años, Clemente Corrales Sandoval ha recorrido las calles de Culiacán, esforzándose por ofrecer lo mejor a su familia. Este vecino de la colonia Guadalupe Victoria se dedicó durante 22 años a la venta de nieves de garrafa, un oficio que lo llena de orgullo al haber logrado darles a sus hijos la mejor herencia: educación.

“Gracias a Dios, con esfuerzo y pasión todo lo que tengo me lo he ganado honradamente. Me siento orgulloso de haber formado a hijos de bien y ahora mis nietos son también mi motor para seguir trabajando con alegría”, expresó Clemente, de 54 años. A pesar de los retos, siempre ha mantenido un espíritu positivo y perseverante.

La pandemia obligó a Clemente a dejar el negocio de las nieves, pero encontró una nueva oportunidad como panadero hace más de cuatro años. “Estoy muy agradecido con mis patrones, Fernando, su esposa y su mamá, de Panadería Las Flores. A uno como trabajador nos ofrecen todas las prestaciones de ley, algo muy importante, ya que enfermarse sale muy caro hoy en día”, comentó con humor.

Clemente, siempre con una sonrisa y gratitud por la vida

El cambio de vender nieves a pan fue sencillo para Clemente, quien diseñó una ruta exitosa desde el primer día. Su carisma y trabajo lo han mantenido cercano a sus clientes, quienes todavía lo reconocen como el “nevero”. Ahora ofrece delicias como conchas de vainilla, fresa y chocolate; empanadas de cajeta, guayaba, calabaza y piloncillo; pan pizza y con philadelphia y el tradicional pan de mujer.

Clemente asegura que su logro radica en mantener una actitud positiva y tratar con respeto a las personas. Una de sus mayores satisfacciones es regalar pan a los niños que no pueden comprarlo. “Ver sus caritas felices es mi mejor paga”, dice emocionado este panadero que, además, disfruta recorrer kilómetros en su triciclo como forma de ejercicio.

Finalmente, Clemente invitó a la comunidad a no rendirse ante las dificultades y a mantener siempre una mentalidad positiva. “Luchen siempre, y a los padres les digo que estén pendientes de sus hijos, inculcándoles valores, especialmente en la adolescencia. Esa es la mejor herencia que podemos dejarles”, concluyó.

Con el pan como símbolo de esperanza, Clemente Corrales inspira a su comunidad con un mensaje de lucha, educación y valores para las nuevas generaciones. Foto: Juan Madrigal

Con una vida dedicada al trabajo honrado y al amor por su familia, Clemente Corrales Sandoval demuestra que con esfuerzo y determinación se puede superar cualquier desafío.

Inspirado por la frase que vio en un mural, y que guía su filosofía de vida: Tu escuela es tu segunda casa y tu casa es tu primera escuela”, Clemente invita a todos a construir un futuro basado en valores y educación. Su historia es un recordatorio de que el verdadero éxito está en las pequeñas acciones diarias que transforman vidas y dejan un legado de esperanza.

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