Hot Dogs Santa Fe: Patricia Ramírez celebra 17 años de sabor y satisfacciones en Culiacán

Patricia Ramírez atiende su puesto de hot dogs en el bulevar Santa Fe, en Culiacán

Por: Francisco Castro

Desde hace 17 años, Patricia Ramírez ha sido un rostro familiar para los habitantes de la colonia Santa Fe, en Culiacán. Su puesto de hot dogs se ha convertido en un referente en la zona, ubicado estratégicamente en el estacionamiento de una plaza por el bulevar Santa Fe, frente a la Secundaria Técnica #90.

Patricia, junto a su esposo José Ramón Chávez, atiende este negocio de comida rápida que ofrece hot dogs, hamburguesas, boneless y salchipapas, con el apoyo ocasional de su hijo, el menor de tres.

El diseño de modas, su otra pasión

A sus 46 años, Patricia ha logrado equilibrar con éxito la venta de comida rápida con su otra pasión: el diseño de modas. Desde su casa, diseña vestidos, trajes y sastrería, una pasión que cultivó desde joven.

“Este trabajo es mi terapia, para salir del encierro”, comenta sobre el negocio de hot dogs, que le ha brindado estabilidad económica y una gran satisfacción personal.


Aunque el diseño de ropa le proporciona ingresos a largo plazo, es la venta de comida rápida la que le ha permitido mantenerse económicamente.

“Es un ingreso que me beneficia más a corto plazo. Y la satisfacción de que la gente venga y me diga ‘está muy rico’ es algo que no tiene precio”, menciona Patricia con una sonrisa.

A lo largo de los años, ha tenido altibajos, pero siempre ha logrado adaptarse. "Hemos tenido altas y bajas, como todo, días buenos y otros más tranquilos, yo no les llamo días malos", dice en entrevista para Tus Buenas Noticias.

La fidelidad de sus clientes es clave

El secreto de su éxito radica en la fidelidad de sus clientes. Patricia ha logrado formar una clientela leal que, pese a las dificultades que atraviesan otros negocios de comida, sigue acudiendo a su puesto noche tras noche.

Su horario de atención es de 6 a 9:30 de la noche, pero en condiciones normales de seguridad, se extiende hasta las 11:30. Y aunque la inseguridad y la economía han golpeado a muchos comercios callejeros, ella se siente afortunada de no verse afectada.

“El negocio sigue funcionando, y mis clientes siguen llegando”, comenta con gratitud.

Para Patricia, los días de ventas son impredecibles. No siempre coincide que el fin de semana sea el más fuerte ni que la quincena asegure un mayor número de ventas. “Los días buenos pueden llegar en cualquier momento”, explica.

Con el paso de los años, Patricia Ramírez ha logrado mantener una de las características más valiosas de su negocio: la independencia económica. Pero más allá de los ingresos, lo que realmente le da satisfacción es la relación que ha construido con su comunidad.

“La gran cantidad de amistades que he hecho gracias a este trabajo es otro gran logro”, finaliza con orgullo.

En cada hot dog que prepara, Patricia cosecha amistades.