La inspiradora historia de Jair Villa, quien a los 13 años transformó su pasión por la tecnología en un negocio de éxito en Culiacán.
Por: Francisco Castro
Por años, la imagen de un adolescente desarmando juguetes con un destornillador en mano parecía ser solo una etapa curiosa de la niñez. Para Jesús Jair Villa Zepeda, sin embargo, aquello fue el primer capítulo de una historia de perseverancia, aprendizaje y éxito.
Hoy, a sus 21 años, es propietario de Villanotecmx, una empresa tecnológica que comenzó en la esquina de su habitación, a los 13 años, y que ahora se posiciona como un referente en el rubro de reparación y venta de productos electrónicos.
El nacimiento de Villanotec
El nombre de Villanotecmx no es casualidad. Jair buscó un término que combinara innovación y un toque personal. “No quería lo típico, algo con mi apellido y ‘cel’. Pensé en algo que representara mi esencia y fuera memorable”, explica.
La palabra “villano” en su marca refleja el espíritu de quienes rompen moldes y enfrentan los estereotipos, además de considerar su apellido.
Desde pequeño, Jair mostró interés por la tecnología. Era ese niño que prefería destornilladores a juguetes y desarmar aparatos antes que usarlos. Pero fue a los 13 años cuando este interés se convirtió en un proyecto real.
Desde su habitación en la colonia Rincón del Real, en el sector Santa Fe, Jair comenzó a reparar celulares y otros dispositivos. A veces, lo hacía sin cobrar, con el único objetivo de aprender.
De aprendiz a emprendedor
Mientras sus compañeros del CETIS exploraban las materias básicas de electrónica, Jair ya estaba un paso adelante. Había tomado un curso de reparación de celulares y experimentaba con proyectos personales, como carritos de control remoto modificados.
Su primer salto llegó cuando decidió abandonar un taller donde trabajaba brevemente para instalarse en casa.
“Mandé a hacer una lona, unas tarjetas, y desde ahí empecé”, recuerda. Aunque era sólo un rincón de su cuarto, Jair tenía claro que debía proyectar profesionalismo. “Quería justificar lo que cobraba y mostrar que mi servicio era de calidad”.
La pandemia fue un punto de inflexión. Con la población confinada y la tecnología como la principal vía de comunicación, la demanda de sus servicios creció. Jair invirtió sus ganancias en herramientas que antes parecían inalcanzables, como un microscopio, y asistió a capacitaciones que le permitieron perfeccionar su técnica.
De una crisis al renacer empresarial
No todo fue éxito. Tras asociarse con un conocido en un taller de la Plaza de la Tecnología, una ruptura abrupta lo dejó sin local y con sus herramientas nuevamente en casa.
Pero lejos de rendirse, Jair utilizó ese momento para reestructurar su visión. A los 17 años, abrió su primer local formal, aunque tuvo que apoyarse en su hermana mayor para firmar contratos y abrir una cuenta de banco, debido a su edad.
El aprendizaje llegó también en forma de tropiezos financieros. “Tuve una etapa de derroche que casi me deja sin nada. Fue un golpe fuerte, pero necesario para aprender a administrar mi negocio”, confiesa. Esa lección lo llevó a cerrar temporalmente para relanzar la marca Villanotec, ahora como Villanotecmx y con una estrategia más sólida.
En 2023, abrió su primera sucursal en Pradera Dorada y, con la ayuda de su socio y amigo Luis, inauguró una segunda sucursal en Humaya en abril de este año.
Esta nueva tienda se enfocó en la venta de productos Apple, emulando el modelo de las tiendas oficiales como Macstore o iShop, pero con precios accesibles.
“Fue la primera vez que alguien más, además de mí, tomó decisiones importantes para la empresa”, comenta sobre su sociedad con Luis. Al proyecto también se sumó su hermana Iris.
Más allá de la reparación
El enfoque de Jair va más allá de reparar equipos. Consciente de que la vida útil de sus habilidades manuales podría ser limitada, decidió formar una estructura empresarial. Ahora Villanotecmx no solo repara, sino que también vende equipos y refacciones a nivel nacional.
En paralelo, Jair ha compartido sus conocimientos a través de capacitaciones y conferencias, dejando huella en jóvenes y adultos interesados en seguir sus pasos. “Es gratificante cuando alguien se acerca para pedirme un consejo o una foto. Nunca imaginé que llegaría a este punto”, dice con humildad.
Lecciones y sacrificios
Jair reconoce que su camino no ha sido fácil. Desde muy joven asumió responsabilidades económicas y personales que muchos evitarían. “El trabajo y la marca me han robado parte de mi juventud, pero no me arrepiento. Cada sacrificio ha valido la pena”, afirma.
Delegar fue otro desafío. “Era difícil confiar en que otros pudieran tomar decisiones por mí, pero entendí que era necesario para crecer”.
El futuro de Villanotecmx
Con dos sucursales consolidadas y planes de expansión a otras ciudades, Jair mira hacia adelante. Su meta es que Villanotecmx sea una empresa autosuficiente que no dependa exclusivamente de él. “Quiero disfrutar de los frutos de mi trabajo y ver cómo mi empresa sigue creciendo”.
Jair es actualmente el organizador de la Expo Tecnológica en Emprendimiento y Conexiones (ETEC), un evento nacional que en septiembre de 2025 reunirá a expertos del sector. Este nuevo reto refleja su compromiso con el crecimiento del ecosistema tecnológico en México.
Un mensaje para los emprendedores
Para quienes desean seguir su ejemplo, Jair tiene un mensaje claro: “No temas comenzar, aunque no tengas todo resuelto. Los errores son parte del aprendizaje. Si eres joven, aprovecha el apoyo de tus padres. Y si el tiempo juega en tu contra, recuerda que cada paso, incluso un tropiezo, te acercará a tus metas”.
La historia de Jair Villa no es solo la de un joven empresario, sino la de alguien que, con pasión y esfuerzo, transformó un rincón de su cuarto en un negocio que inspira a otros a soñar y a trabajar por esos sueños.
Con sus manos, Jair no solo repara dispositivos electrónicos, también ha transformado su vida y la de su familia. Los entretenimientos infantiles crean estímulos que impulsan la creatividad empresarial. Jair lo sabe, su dormitorio fue su primer laboratorio.