Vecinos del fraccionamiento Los Ángeles han hecho suyo un espacio y lo han embellecido para el disfrute de sus familias.
Por: Francisco Castro
Por años, el Parque Ventura fue un espacio olvidado, un baldío más en el fraccionamiento Los Ángeles. La maleza cubría el terreno, y los niños, con más ganas que recursos, improvisaban porterías con palos para jugar fútbol.
Pero en junio de 2014, algo comenzó a cambiar: un grupo de vecinos decidió organizarse y tomar las riendas del destino del lugar. Liderados por el recién formado Comité Vecinal y con el apoyo clave de Parques Alegres, el Parque Ventura dio sus primeros pasos hacia la transformación.
Erika Janeth Bueno, quien vive en el fraccionamiento desde hace 19 años, recuerda los inicios con emoción.
“Cuando fuimos al Catastro, descubrimos que el terreno era un área verde designada, no propiedad de la iglesia como muchos pensábamos. Desde ahí, comenzamos a gestionar apoyos y a trabajar para limpiarlo”, relata para Tus Buenas Noticias.
La unión hace la fuerza
Entre vecinos, recolectaron materiales y lograron colocar llantas como muro de contención. Lo que una vez fue un baldío empezó a cobrar vida: primero las porterías, luego los columpios donados por un vecino, y finalmente una casita que servía de punto de encuentro para los niños.
Año tras año, las mejoras continuaron. Con rifas organizadas gracias a donaciones de empresas locales como Kuroda, Home Depot y Emporio Sushi, el parque recibió bancas, juegos infantiles, botes de basura y lámparas.
“Tener el comité y la participación ciudadana es lo más importante para mantener un espacio digno para nuestras familias”, subraya Erika, quien preside el Comité Vecinal desde 2017.
El liderazgo de Erika ha sido fundamental, pero también lo ha sido el respaldo de vecinos como María Vigilia Reyes, quien lleva 18 años viviendo en el fraccionamiento.
María destaca que la clave del éxito ha sido la unión comunitaria y el apoyo de Parques Alegres. “Sin esa colaboración, no hubiéramos podido rescatar este espacio para los niños”, afirma.
El parque es un símbolo de trabajo en equipo
Hoy, el Parque Ventura es más que un lugar de esparcimiento: es un símbolo de lo que se puede lograr cuando la comunidad se une por un objetivo común.
Los niños disfrutan de columpios y juegos bajo la sombra de los árboles, mientras los adultos mayores encuentran en las bancas un lugar para la convivencia. Además, el espacio alberga actividades deportivas y celebraciones vecinales, consolidándose como un punto de encuentro clave para los habitantes.
El ejemplo de Los Ángeles y su Parque Ventura nos recuerda que el poder de la organización ciudadana es inmenso. Con voluntad, colaboración y un liderazgo comprometido, un terreno abandonado puede convertirse en el corazón de una comunidad.
Y como dice Erika Bueno, “No podría mencionar a todos los que han ayudado, pero este parque es el reflejo del esfuerzo de todos: niños, adultos mayores, vecinos y autoridades.”
El Parque Ventura, que alguna vez fue un sueño lejano, hoy es una realidad que inspira a otras comunidades a seguir su ejemplo. Porque, como bien lo subrayan los vecinos, cuando se trabaja juntos, no hay meta inalcanzable.