Sobre el bulevar Agricultores, las piñatas de Irma cuentan una historia de esperanza y a través de lenguaje de señas, invita con entusiasmo a la comunidad a adquirir sus coloridas y hermosas creaciones
Por: Juan Madrigal
Culiacán, Sinaloa.- Irma Torres Rojas ha demostrado que las limitaciones físicas no son barreras para la determinación y el trabajo duro. A pesar de enfrentar una pérdida auditiva severa, la admirable mujer se mantiene activa elaborando hermosas piñatas que ofrece al público durante la temporada decembrina, un oficio que ha cultivado durante más de cinco años.
Las piñatas de Irma cuentan una historia de esperanza
Desde el mes de julio, Irma comienza a reunir materiales y a dar forma a sus creaciones, llenas de colores y detalles tradicionales. Estas piñatas son mucho más que un medio de ingreso; representan su fuerza, su creatividad y su mensaje al mundo: "La discapacidad no define lo que podemos lograr", asegura con lenguaje de señas y una cálida sonrisa.
La vecina de la colonia Revolución, junto a su esposo Javier, quien la apoya en la venta de las piñatas, Irma trabaja desde el inicio de diciembre hasta finales de año, instalándose sobre el bulevar Agricultores. A pesar de que las ventas han sido bajas este año, no pierden la esperanza de vender todas las piezas y cerrar la temporada con éxito.
Irma es muy querida en su comunidad. Vecinos y clientes frecuentes reconocen su esfuerzo y su actitud siempre positiva. Algunas personas incluso le llevan comida al punto de venta como gesto de apoyo, un detalle que ella agradece profundamente con su característica sonrisa.
Además de ser su sustento, la venta de piñatas es una forma de recaudar fondos para cubrir los gastos de medicamentos, ya que un accidente reciente le dejó lesiones en una pierna. A través de su lenguaje de señas, Irma invita a la comunidad a acercarse y adquirir una de sus creaciones, elaboradas con dedicación y cariño.
Las piñatas de Irma están disponibles de 9:00 a.m. a 7:00 p.m. sobre el bulevar Agricultores, casi esquina con José María Patoni a la altura de la colonia Revolución, y quienes han tenido la oportunidad de comprarlas elogian la calidad y el esmero reflejado en cada una de ellas.
La historia de Irma Torres Rojas no solo es un ejemplo de resiliencia, sino un llamado a valorar el esfuerzo de personas que, como ella, enfrentan desafíos diarios con optimismo y trabajo. Su vida es una lección viva de cómo transformar las adversidades en oportunidades para inspirar y contribuir al bienestar de la comunidad.
Si estás cerca del bulevar Agricultores al sur de Culiacán, no dudes en visitarla, adquirir una de sus piñatas y ser parte de esta historia de superación y esperanza.