De negocio a tradición en Villa de Álvarez
Por: Jacqueline Sánchez Osuna
En cada ciudad hay historias que van más allá de un simple negocio. Son relatos de esfuerzo, dedicación y pasión por lo que se hace.
Tal es el caso de Paletas de La Villa, un emblema de Villa de Álvarez, Colima, que nació gracias al trabajo incansable de Don Leobardo Dueñas Naranjo.
Un Comienzo Humilde
Don Leobardo Dueñas Naranjo nació en 1927 en Colima y desde joven descubrió el oficio de la elaboración de paletas. Lo que comenzó como una simple actividad pronto se convirtió en su pasión, aunque en ese momento no imaginaba que lo llevaría a construir un legado.
En 1957, junto con su familia, fundó Paletas de La Villa, un negocio que con el tiempo se transformó en una tradición dentro de la comunidad. La clave de su éxito fue la calidad de sus productos: paletas elaboradas con ingredientes naturales, respetando procesos artesanales que garantizan un sabor auténtico.
De Negocio a Tradición
El crecimiento de Paletas de La Villa no se dio de la noche a la mañana.
Fueron años de trabajo duro, aprendizaje y compromiso con la gente de Villa de Álvarez. Poco a poco, el negocio se ganó el cariño de los habitantes y visitantes, quienes lo convirtieron en un punto de referencia en la ciudad.
Con el paso de los años, las paletas de Don Leobardo se hicieron tan populares que probarlas se volvió una experiencia obligatoria para cualquiera que visitara la ciudad. Él mismo lo resumió en una frase que sigue viva en la memoria de muchos:
"Quién no ha probado una Paleta de La Villa, es como si no hubiera venido a Villa de Álvarez".
Un ejemplo de esfuerzo y dedicación
La historia de Paletas de La Villa es un reflejo de lo que se puede lograr con determinación. Don Leobardo no solo construyó un negocio exitoso, sino que dejó un legado que aún perdura. Su historia demuestra que, con esfuerzo y pasión, es posible convertir una idea en un símbolo para toda una comunidad.
Hoy en día, Paletas de La Villa sigue siendo un referente en el estado de Colima, recordándonos que detrás de cada gran proyecto hay una historia de resiliencia, trabajo y amor por lo que se hace.