Corriendo con el alma: La historia de las mujeres rarámuris

Las mujeres rarámuris, con su increíble resistencia y conexión ancestral con la tierra, han conquistado el mundo del ultramaratón sin equipo especializado

Por: Francisco Castro

En las montañas de la Sierra Tarahumara, en el bello estado de Chihuahua, México, vive una comunidad cuyo espíritu indomable ha llamado la atención del mundo entero: los rarámuris, también conocidos como tarahumaras.

Entre este sobresaliente grupo de personas, son las mujeres rarámuris quienes han demostrado una fortaleza excepcional al desafiar los límites tanto físicos como culturales a través de carreras de larga distancia. 

La Sierra Tarahumara, hogar de los Rarámuris.

Una historia de resistencia

La palabra “rarámuri” se traduce a “los de los pies ligeros”, y no existe mejor manera de describir la capacidad de estas mujeres para recorrer grandes distancias.

Desde temprana edad, las niñas rarámuris aprenden a correr como parte de su vida cotidiana, lo que les otorga su resistencia asombrosa.

No lo hacen por entrenamiento ni competencia, sino como una necesidad para desplazarse en su territorio, y así mantener vivas sus tradiciones ancestrales.   

Las rarámuris no utilizan ningún tipo de equipamiento deportivo ni zapatillas especializadas para correr. En su lugar, corren con huaraches hechos a mano, o incluso descalzas, vistiendo de igual manera sus coloridas faldas tradicionales. Lo que para muchos sería una gran desventaja competitiva, para ellas es un símbolo de identidad y fortaleza ancestral. 

Rarámuris en el mundo del maratón

Aunque la comunidad rarámuri ha practicado la carrera de resistencia por siglos, fue en las últimas décadas en las que sus grandes habilidades comenzaron a llamar la atención a nivel mundial.

Mujeres como Lorena Ramírez han trascendido fronteras al participar en carreras de tipo ultramaratón de gran prestigio a nivel mundial. Logrando así victorias impresionantes sin necesidad de equipamiento ni entrenamiento sofisticado. 

En 2017, fue Lorena quien se convirtió en la primera mujer rarámuri en competir en el Ultramaratón de Tenerife, España, recorriendo la impresionante cantidad de 102 kilómetros en menos de 20 horas, todo esto portando su tradicional vestimenta.

Lorena Ramírez a mitad de carrera, portando su vestimenta tradicional.

Su hazaña la catapultó a ser un símbolo de resistencia física y mental, inspirando a miles de mujeres alrededor del mundo a creer en su capacidad para superar cualquier obstáculo.

Más allá de lo deportivo

Para las mujeres rarámuris, correr no es solo un deporte, sino un acto de resistencia cultural y un vínculo ancestral con la tierra.

A través de cada paso, reivindican su identidad, mantienen vivas sus costumbres y demuestran que la resiliencia no solo se puede medir en kilómetros, sino también en la capacidad de seguir adelante a pesar de las adversidades. 

En un mundo donde todo parece controlado por la velocidad y la tecnología, las mujeres rarámuris nos recuerdan que nuestra fortaleza viene de nuestra conexión con nuestras raíces, de la perseverancia y del respeto por la naturaleza que nos rodea.

Son el ejemplo vivo de que la resiliencia no conoce límites, y que a través de la determinación, se pueden alcanzar grandes logros sin perder la esencia de quiénes somos.