Si quieres unos tomates deshidratados para usarlos en tus comidas, te diremos paso a paso cómo realizarlo e iniciar a comer más saludable
Por: Ana Vega
Sinaloa es la tierra del tomate. El clima, la tierra fértil y la abundante agua dan vida a esta legumbre ícono en el estado. Somos afortunados de disponer en nuestra mesa esta poderosa fuente de nutrientes, la cual contiene gran variedad de beneficios tras su consumo; además de añadir sazón a un extenso número de platillos, tanto regionales como internacionales.
¿Cómo deshidratar tomates?
El tomate va bien con las ensaladas frescas, pero también secos, acompañado de queso y galletas crujientes como aperitivo. Por eso hoy te daremos paso a paso las indicaciones de cómo deshidratar tomates.
- Seleccionar los tomates, de un tamaño y color uniforme (se recomiendan uno pequeño como el tipo pera [romano] ya que son más dulces).
- Se lavan y secan los tomates selectos.
- Se cortan; si usamos tomates grandes (pera), conviene hacerlo en cuartos y quitarles las semillas para que la desecación sea más rápida. Si elegimos tomates pequeños (Cherry), los partiremos por la mitad.
- Condimentamos, espolvoreamos sal fina sobre los trozos de tomate procurando sazonar todas las caras del fruto (sin excedernos). Si nos gustan las especias, este es el momento de añadirlas para que den un toque de sabor. El romero, el tomillo, el orégano y la albahaca son las más utilizadas, pues combinan muy bien con el tomate.
- Colocar el producto, sobre una rejilla que permita la circulación del aire.
- De aquí parten dos opciones secarlo al horno o al sol.
- Precalentar el horno a 90°C o 190°F.y hornear estas aproximadamente 6 horas, lo cual les hará perder al máximo su agua y nos dará una textura óptima para los tomates secos.
Sin embargo, si no contamos con un horno, podemos recurrir a la ayuda del sol.
- Coloca la rejilla en un sitio donde le de sol la mayor parte del día; ésta deberá colocarse entre ladrillos o latas para permitirle el acceso del aire/calor también por debajo.
- Después se coloca un tul fino que deje el paso del sol, pero que evite el contacto de insectos, moscas, polvo o suciedades con los tomates. Es importante colocar cierto peso en esta para impida que se vuele con el viento.
- Cuando el sol se oculte se retirará la reja con los tomates y los llevaremos dentro de casa; así impediremos que se humedezcan con el rocío nocturno. Al día siguiente, cuando haga calor, sacaremos de nuevo los tomates, poniéndolos del mismo modo.
Este proceso se repetirá durante varios días (puede tardar entre 2 y 3 semanas), hasta que los tomates se sequen. Sabremos que están deshidratados cuando adquieran un color rojo más oscuro, una textura más firme (similar a la de una ciruela pasa) y dejen de estar pegajosos.
Ya no hay excusas, consume esta rica legumbre; por medio del procedimiento de su conserva; la cual te proporcionará los nutrientes de calcio, hierro y potasio; además un estudio de la Universidad de Missouri (EE. UU.), publicado en Cancer Research, sugiere que su consumo puede ayudar a protegerte del cáncer de próstata. ¿Qué esperas para disfrutar de su rico sabor y beneficios?
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